Este lunes, en el Cesfam Miraflores Alto de Viña del Mar, el Servicio de Salud entregó a 100 familias con pacientes con dependencia severa catres clínicos para sus hogares, lo que mejorará la calidad de vida de los usuarios -que no contaban con estos implementos- y aliviará el desempeño de sus cuidadores.
Luego de indagar con los servicios de salud las necesidad existentes en la zona, y conocer el déficit de camas clínicas para personas postradas, el Consejo Regional (CORE) propuso al gobernador regional, Rodrigo Mundaca, priorizar la compra de 1.000 unidades para las 38 comunas de la Región de Valparaíso.
El proyecto fue acogido por el gobernador y luego aprobado de forma unánime por el CORE, en agosto del 2023, con una inversión asociada de $1.172.150.000.
La consejera regional (core) Tania Valenzuela Rossi (FA) explicó que “esta es una política pública que nace del CORE de Valparaíso a raíz de una consulta que se hace a los tres Servicios de Salud: Viña del Mar – Quillota, Valparaíso – San Antonio y Aconcagua, donde cada uno levanta la brecha que existe en relación a la entrega de catres clínicos. Y es por eso que se define finalmente priorizar esta compra de esas 1.000 unidades y poder distribuirlas en las 38 comunas de la región»
El equipamiento incluye el catre clínico, colchón antiescaras, bandeja ergonómica y una escalerilla de dos peldaños (escabel).
Luz Guzmán Figueroa, cuidadora de Ricarda Figueroa Acevedo, quien se atiende en el Cesfam Miraflores Alto y recibió uno de los catres clínicos, comentó que este beneficio “es algo concreto, no una ilusión, porque nosotros jamás hubiésemos imaginado que mi madre iba a poder tener estas condiciones. Nosotros somos sobrevivientes del incendio, quedamos con lo puesto, y mi madre va a seguir viviendo por mucho tiempo más hasta que ella pueda tener su casita donde ella pueda vivir hasta el último día de su vida. Agradecer a cada una de las personas que ha hecho posible esto, que casi es como un milagro”
En esa línea, la core Valenzuela enfatizó que el proyecto “mejora la calidad de vida. Estamos hablando aquí de personas que muchas veces no cuentan con los recursos necesarios para, por ejemplo, tener un colchón antiescaras en sus casas, en donde el servicio de salud lamentablemente no llega a cubrir esa necesidad, y por lo tanto lo que nosotros hacemos es dignificar esos cuidados paliativos, u otro tipo de cuidados, que la gente hoy requiere directamente en sus hogares”. En este caso, añadió, el beneficio “ayuda al paciente pero también al cuidador, al entregar las condiciones necesarias para que se puedan desempeñar las labores de cuidado».
Los beneficiarios de los catres clínicos son usuarios del Programa de Atención Domiciliaria para Personas con Dependencia Severa, que implementan las corporaciones municipales en la red de Atención Primaria de Salud.
Según el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la dependencia severa corresponde a “la dificultad para realizar las actividades básicas de la vida diaria, tales como: vestirse, contener esfínter, trasladarse en el domicilio, subir y bajar escaleras, caminar, entre otros”.