Alicia tiene 37 años, es TENS en el Hospital Biprovincial de Quillota Petorca y tiene un hijo adolescente. Duban tiene 25, es de La Ligua y estudia enfermería. Ambos tienen algo en común, más allá de su vocación, y que los unirá para siempre: fueron trasplantados de riñón en el Hospital Dr. Gustavo Fricke y hoy tienen una nueva vida.
Ambos recibieron a las autoridades sanitarias encabezadas por la Dr. Dafne Secul, Subdirectora de Gestión Asistencial del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota y el Director del Hospital, José Luis Moya, quienes manifestaron su esperanza y alegría por estos exitosos procesos de trasplante renal con los que el establecimiento ya completa 7 en lo que va del 2023.
Junto con destacar que ambos trasplantados coinciden como parte del sector salud, la Dra. Dafne Secul, Subdirectora Médica del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota destacó que a nivel de los Hospitales de la red asistencial “es muy importante cómo ha cambiado la mirada frente al trasplante, en el sentido que todo el equipo clínico, todo el Hospital, todos están muy atentos para participar y para apoyar que se puedan realizar estas complejas cirugías. Eso pasa por determinar qué persona es un potencial donante y desde allí todo el proceso para la procura de órgano y el trasplante que tienen tiempos muy acotados y condiciones muy acotadas para poder lograr estos trasplantes exitosos”.
“Solo verlos a ellos muy contentos, muy bien recuperados y a corto tiempo de su trasplante. Ellos también nos manifiestan que han sido muy bien atendidos por todo el equipo clínico. Por tanto, eso es nuestra razón de ser”, afirma el Director del Hospital Dr. Gustavo Fricke José Luis Moya. Al mismo tiempo el directivo felicitó a los equipos de procura y de trasplante renal: “es un equipo muy perseverante, muy motivado, Y es muy exitoso. Ya llevamos más de siete trasplantes este año y lo más seguro es que lo dupliquemos de aquí hasta el fin de año, lo cual nos hace posicionarnos muy bien dentro del país en esta materia”.
Como Subdirectora Médica del establecimiento y nefróloga tratante de Alicia, la Dra. Tatiana Aldunate dice que ha tenido “tres oportunidades de felicidad. Uno, porque soy nefróloga y a Alicia la conozco como médico y era mi paciente en la terapia de diálisis peritoneal, así que estoy muy feliz por ella, porque además es una hermosa persona, optimista y es colega nuestra, porque forma parte del personal de salud que nos hace sentir mucho más feliz. Pero sobre todo nos hace sentir esa felicidad de la esperanza, porque llevamos siete trasplantes en el año y eso augura un feliz 2023 para la actividad de trasplante renal y también cardíaca, porque algo que nos caracteriza como Hospital es esta actividad de trasplante”. “Cada vez, añade la nefróloga, el personal entero de los distintos servicios vibran con esta actividad y quieren participar activamente en hacernos más fácil una difícil actividad la de procura y trasplante. Así que no solamente estamos trabajando como Hospital, sino que también en la red se han incorporado Quillota y Quilpué en la actividad de procura para tener pacientes que puedan ser trasplantados”.
Alicia: “Yo atendía a mis pacientes renales, nunca pensé que yo iba a estar en la piel de ellos”
Alicia Gutiérrez, orgullosa TENS del Hospital Biprovincial Quillota Petorca y mamá, no oculta sus ganas de volver a estar con sus pacientes, de los cuales ella formó parte debido a una patología renal progresiva y agresiva que llegó a terminar con un riñón y a dejar otro con un 20% de función. Así, se inscribió en la lista de espera en febrero de este año, llena de energía positiva. Y así llegó el 04 de julio: “ese día me llamaron y yo me iba a ir a tomar desayuno en mi trabajo, me dicen no, no tomes nada, vente al Fricke, yo así ¿por qué? ¿qué pasó? No, me dicen, tienes tu riñón. Ahí fue una emoción, mis compañeros como que me empezaron a aplaudir cuando yo me estaba yendo, mi jefe me trajo, pero fue maravilloso”.
Alicia afirma que “hay que ser positiva, no hay que echarse para abajo, hay que tener fe nomás. Así que acá, feliz, esperando que pasen luego, pronto ya los meses de cuidado y volver a trabajar, porque a mí me encanta estar con mis pacientes, con mis colegas, ver los pabellones. Yo creo que el próximo año va a ser 2.0, así de máximo al pabellón es lo que más me gusta. Eso voy a hacer, seguir trabajando en lo que me gusta”.
Finalmente, hace un llamado a la donación: “Yo vengo del otro lado, yo voy a la parte clínica, yo atendía a mis pacientes renales, nunca pensé que yo iba a estar en la piel de ellos y acá estuve pues. Es maravilloso poder darle vida a otra persona y ver la felicidad que le produce a uno mismo, a su familia, a su gente querida. Hay que donar, chiquillos, no tenemos que ser egoístas. Y gracias a la familia, gracias al Hospital, se portaron un 7”.
Duban: “Yo dependía de una máquina para vivir tres veces a la semana y sin esa máquina lamentablemente no podía seguir viviendo”
Duban Sánchez, liguano de 25 años, está cursando su quinto año de enfermería, y esperando poder hacer su internado en el Hospital de La Ligua en 2024. Detectada su insuficiencia renal en etapa 4 a los 18 años, se cuidó lo suficiente para iniciar su diálisis a los 20, junto con sus estudios superiores, los que fue ido superando con mucha organización y disciplina, que lo prepararon para enfrentar de mejor manera las dos oportunidades en que su trasplante no se pudo concretar por falta de compatibilidad. Pero la tercera es la vencida.
“Porque a las 6 llegué, a las 11 estaba en pabellón y a las 3 de la tarde ya estaba trasplantado en la UCI. Así que fue como todo muy rápido, porque uno piensa en ese momento pero cuando pasa, pasa tan rápido. Y gracias a Dios, todo bien. Estoy empezando a hacer un poquito más de cosas, pero igual me explicaban que los cuidados como críticos, críticos, son los primeros tres meses, pero llevo 24 días y bien”, explica.
“Yo dependía de una máquina para vivir tres veces a la semana y sin esa máquina lamentablemente no podía seguir viviendo, y ahora, gracias a esa donación yo puedo empezar a hacer una vida totalmente normal y no sólo de riñón, corazón, pulmón y finalmente donar vida, donar mejor calidad de vida, tanto para mí como para mi familia, porque yo era quien me dializaba, pero atrás mío hay mucha familia, que finalmente sufren con uno, si eso es así. Donar y donar vida, donar mejor calidad de vida”, finaliza Duban.