Especialistas de las áreas de neurocirugía, neurología, imagenología y epidemiología del Hospital Carlos van Buren, así como docentes de ingeniería civil biomédica de la Universidad de Valparaíso, participaron en una presentación que realizó el físico a cargo del laboratorio de Neuroimagen Computacional del Instituto Biocruces del Hospital Universitario de Cruces de Bilbao, España, Jesús Cortés, sobre conectómica cerebral, enfoque alternativo que plantea que los procesos cognitivos en el cerebro humano estarían representados en diferentes redes cerebrales y no en áreas específicas como lo esbozan paradigmas anteriores.
El objetivo principal de la presentación fue explicar una técnica para intentar predecir síntomas en pacientes con daño cerebral a partir de la red cerebral desconectada por una lesión y no tanto el lugar donde está la lesión. «Es entender el cerebro, no tanto como regiones con una función bien localizada, sino como muy bien distribuida en términos de redes», explicó Jesús Cortés.
El físico detalló que “históricamente se ha pensado mucho en que hay ciertas regiones del cerebro con funciones cognitivas, pero la epilepsia nos ha enseñado que el cerebro va mucho de redes y estas técnicas están empezando a explicar de forma muy sencilla que, por ejemplo, después de un ictus, tú tengas una sintomatología y que la red desconectada explica mejor esa sintomatología que el sitio en concreto de la lesión, como era el enfoque del paradigma anterior”.
Neuroimagen Computacional
El Grupo de Neuroimagen Computacional es un grupo altamente metodológico que combina conectividad cerebral y machine learning en investigación clínica. Está formado por profesionales con diferente especialización, quienes trabajan con ingeniería, matemáticas, física, biología y medicina para entender el cerebro. En concreto, su paradigma fundamental es la conectividad cerebral, para definir redes en el cerebro tanto a nivel estructural como funcional, enfoque que está inspirado en el investigador neurólogo en Harvard, Michael Fox, llamado “Mapeo de lesiones a redes”.
El trabajo es altamente interdisciplinario y requiere la colaboración de diferentes profesionales. «Este tipo de metodología, sin la interdisciplinaridad, no va funcionar», aseguró Jesús Cortés.
Conectoma humano
El Dr. Yuri Carvajal, jefe de la Unidad de Epidemiología del Hospital Carlos van Buren, quien participó en la presentación, señaló que “yo creo que fue una invitación elegante a sumarnos a una línea de investigación relacionada con el conectoma, esta idea neural, esta idea de que las lesiones, más que ser anatómicas en el cerebro y definir una localización de funciones, es a mirar el cerebro como un conjunto de redes».
En ese contexto, el especialista comentó que, en esta línea investigativa, el Hospital Carlos van Buren ya tiene un trabajo publicado recientemente el año pasado, desarrollado por especialistas de la institución, denominado “Mapeo cortical en cirugía de glioma: correlación de fMRI y estimulación eléctrica directa con parcelaciones del Proyecto Conectoma Humano”, en el que “ya hay una intención de acercarse a este desafío del conectoma”, sostuvo del Dr. Carvajal.
Universidad de Valparaíso
La visita del físico español a las dependencias del Hospital Carlos van Buren fue posible gracias a la gestión del profesor de Ingeniería Civil Biomédica de la Universidad de Valparaíso, Wael El-Deredy, quien explicó que “yo dirijo dos tipos de proyectos por fondos de ANID (Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo) que tienen que ver con la relación entre las redes cerebrales estructurales y funcionales y la conducta. Yo trabajo en ciencia básica, entonces, la idea es llegar a un nivel de traducir esto en la clínica, que nos permita saber cuál es el impacto de la variabilidad en la estructura de redes y las redes funcionales cerebrales para explicar síntomas o escalas de conducta».
El docente comentó que Jesús Cortés es físico y trabaja en ciencia básica pero su laboratorio está en el hospital y colabora directamente con colegas de Radiología y Neurología, entre otros. En ese sentido, la universidad podría aportar en el desarrollo de las áreas técnicas de la mencionada línea investigativa. “Esto también nos da un ejemplo de cómo se puede hacer investigación en ciencias clínicas in situ. El patrón que usan ellos puede ser un buen ejemplo para emular”, finalizó el profesor.
Esta presentación fue un primer punto de contacto para compartir conocimientos sobre esta técnica tan innovadora.