Con una participación de más de 12 mil personas a nivel nacional, los diálogos territoriales y sectoriales “Hablemos de Cuidados”, organizados por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia y ONU Mujeres culminaron su etapa de recolección de datos. A través de 1621 instancias a lo largo del país, personas cuidadoras y cuidadas aportaron con su visión y experiencia para la construcción de la Política Nacional de Cuidados.
En la Región de Valparaíso, la participaron de 856 personas en 97 diálogos permitió el levantamiento de antecedentes. La Secretaría Regional Ministerial de Desarrollo Social y Familia de Valparaíso, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Fundación para la Superación de la Pobreza iniciaron la difusión de resultados de la primera fase a través del seminario “Avanzando hacia una Comunidad de Cuidados”, donde se expusieron las conclusiones y expectativas regionales en torno a la configuración de un Sistema Nacional e Integral de Cuidados.
La instancia contó con la participación de las y los alcaldes Francisco Riquelme, Valeria Melipillán y Filomena Navia, de Casablanca, Quilpué y La Cruz, respectivamente.
Sobre la instancia, la seremi de Desarrollo Social y Familia, Claudia Espinoza, señaló que “aportamos en los diálogos que se realizaron durante el primer semestre, donde se hace un levantamiento con una participación de más de 12.000 personas que nos presentan cuáles son los requerimientos y necesidades en torno a cuidados y que, por lo tanto, son fundamentales para delinear la política pública”.
Por su parte, la directora de Vinculación Social y Sostenibilidad de la PUCV, Karina Toledo, indicó que “para la Universidad es fundamental involucrarse con los temas relevantes para nuestra sociedad y, en ese sentido, estamos desarrollando una serie de actividades donde nos relacionamos con las comunidades y con los temas relevantes”.
La directora regional de la Fundación para la Superación de la Pobreza, María Paz Rengifo, destacó “la articulación de la sociedad civil, lo público y la academia, donde nos ponemos de acuerdo en temas tan fundamentales para el desarrollo de las comunidades. En materia de cuidados, el uso del tiempo y la brecha de género son dos aspectos que hoy día transversalizan todas estas situaciones de pobreza”.
Desde la perspectiva del quehacer municipal, la alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, precisó que “somos una comuna que está elaborando políticas públicas en torno a los cuidados, que es fundamental para avanzar a ser una sociedad de derechos”.
Su par de Casablanca, Francisco Riquelme, comentó que “estos espacios permiten conocer datos claros, indicadores fundamentales y la experiencia de otros municipios. Nosotros desde Casablanca hemos creado una red municipal de salud y de cuidados, la cual está acorde a la realidad que existe en muchísimas familias del sector rural de la comuna”.
Por su parte, la edil de La Cruz, Filomena Navia, dijo que la información “permite orientar la política pública y avanzar hacia un sistema de cuidados en el que se pueda complementar con lo que haga el Gobierno”.
Naike Rojas, encargada territorial de la comuna de Santa María se mostró esperanzada y entusiasmada “en que se logren los lineamientos de acción en donde se realicen las articulaciones en las distintas comunas que componen la región. Es importante aprobar la ley que promueve el teletrabajo, que sin duda podrá ayudar a las cuidadoras sustentar los gastos que incluyen el cuidado de otra persona”.
Finalmente, la subsecretaria de Servicios Sociales, Francisca Gallegos, se refirió a la importancia de estos encuentros y de la participación e incidencia “de quienes protagonizan la realidad de la que intentamos hacernos cargo con la creación de un Sistema Nacional de Cuidados. Una sociedad justa y democrática sostiene sus pilares en entregarle a todos la oportunidad del buen vivir”.
CUIDADOS EN LA REGIÓN
Con relación a las problemáticas que viven las personas cuidadoras, se menciona recurrentemente en la iniciativa la corresponsabilidad de género, con un 17,4% de las menciones. Esto, explicaron las participantes, se expresa en que son principalmente mujeres quienes toman este rol. La afirmación se condice con los datos entregados por el Anexo de Cuidados del Registro Social de Hogares, cuyos datos arrojan que el 88,3% de las personas que cuidan a alguien con discapacidad o dependencia son mujeres.
Esto se equipara en menciones con problemas respecto al uso del tiempo. Las y los participantes reconocieron que la demanda de sus labores de cuidado dificulta acceder a momentos para trámites domésticos, acceder a atención médica e incluso a tiempos de ocio.
Otro aspecto relevante, con un 16,4% de las menciones, se considera la falta de autonomía económica como problemática. Esto se traduce en la percepción de la labor de cuidados con empobrecimiento. Según datos del Anexo de Cuidados del Registro Social de Hogares, el 73,5% de las diadas de cuidado (conjunto de persona cuidadora y persona cuidada) pertenecen al 40% más vulnerable, lo que se condice con esa apreciación.
Relativo a las necesidades de servicio, se mencionan reiteradamente la conciliación laboral y conectividad. Sobre el primero, se señala las diferencias de horas de jornada entre espacios como guarderías y escuelas versus los trabajos. Se hacen también diagnósticos específicos sobre la ausencia de conciliación entre los cuidados y la jornada laboral formal, que se traducen en a la sobrecarga del cuidador. Del mismo modo, se plantean necesidades de flexibilidad laboral, para que quienes cuidan ingresen al trabajo formal.
Respecto a conectividad, se hace referencia a la red de transporte público. Los traslados muchas veces representan una complejidad mayor por la poca disponibilidad de tiempo y las menciones dan cuenta de deficiencia tanto en lugares rurales como urbanos para la accesibilidad a la ciudad, a lugares de provisión de servicios, y la falta de cobertura de transporte público. A esto, se le suma que los medios de transporte no siempre cuentan con los aspectos técnicos necesarios para trasladar a personas con algún grado de discapacidad.
Finalmente, sobre las necesidades de las personas que reciben cuidados, las participantes señalan persistentemente la educación como brecha. En ese sentido, hacen referencia a las dificultades de acceso y permanencia para personas neurodivergentes o en situación de discapacidad. Esto se traduce directamente en un retraso de su trayectoria escolar y dificultades en su desarrollo.
En ese sentido, según datos de la Encuesta Nacional de Discapacidad y Dependencia 2022 (ENDIDE), mientras las personas sin discapacidad alcanzan los 12,2 años de escolaridad, la población con discapacidad alcanza solo los 10 años. Asimismo, el 50,1% de personas con discapacidad no tiene enseñanza media completa versus el 28,4% que registran las personas sin discapacidad.
Además, se señala la falta de infraestructura inclusiva. Esto releva la importancia de tener espacios públicos en buen estado y, que tanto estos como los espacios de propiedad privada consideren en su diseño las distintas necesidades que puedan tener las personas para facilitar el acceso y uso.
¿QUÉ SE VIENE?
Durante el mes de octubre, en todas las regiones del país se darán a conocer los resultados de los diálogos “Hablemos de Cuidados” impulsados por nuestro ministerio y ONU Mujeres. Esta información, que ya ha sido sistematizada, será el principal insumo para la elaboración del Sistema Nacional de Cuidados y la ley sobre esta materia, que se plantea para mejorar la calidad de vida de las personas que cuidan y de quienes requieren cuidados.