Fotografías: Nolberto Gómez y Constanza Barrientos

Expedición estratégica de contingencia llegó a la Antártica para estudiar la gripe aviar

El primer proyecto estratégico de contingencia que se levantó en el contexto de gripe aviar llegó con éxito a la Antártica con el propósito de realizar investigaciones críticas sobre dicha enfermedad en el territorio. Este esfuerzo conjunto, liderado por especialistas en virología y aves, tiene como objetivo principal comprender la presencia y evolución de la gripe aviar en el continente más remoto del planeta.

Su labor consiste en recopilar datos exhaustivos sobre la presencia de cepas de gripe aviar en aves migratorias y en otros animales locales, así como evaluar la posible transmisión a los seres humanos. Dada las condiciones únicas de la Antártica, comprender la dinámica de las enfermedades zoonóticas en esta región se ha vuelto un imperativo.

El jefe del Departamento Científico del Instituto Antártico Chileno (INACH), Dr. Marcelo González Aravena explica que, desde el año pasado, cuando comenzaron los primeros reportes de gripe aviar en Chile y Magallanes, se implementó un protocolo de prevención que se está aplicando actualmente por todos los operadores nacionales. Sumado a esto, se conformó un grupo de expertos del Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN) que planificó las acciones en terreno a desarrollar para esta temporada.

“Estas medidas van desde el monitoreo a nivel de comportamiento de la fauna silvestre hasta la confirmación de resultados por PCR en tiempo real en la base Escudero del INACH en la isla Rey Jorge. En este proceso han sido claves los virólogos Dr. Víctor Neira y Dr. Gonzalo Barriga de la Universidad de Chile, por su experiencia en terreno en el estudio de virus en aves antárticas”, comentó González.

En tanto que el director del Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos, conocido como Instituto Milenio BASE, Dr. Elie Poulin, resaltó el trabajo colaborativo que permitirá obtener mayor evidencia científica tras la confirmación de los primeros casos de gripe aviar en el Continente Blanco: “La Antártica es un ecosistema singular y sensible, y contar con equipos de investigación de excelencia no solo permitirá comprender una eventual presencia de la gripe aviar en la zona, sino también evaluar cómo los cambios en el medioambiente pueden influir en la propagación de enfermedades. Por ello, tener la posibilidad de tomar muestras en terreno y colectar datos es fundamental”, señaló.

La expedición estratégica de contingencia de gripe aviar, que buscará estudiar y realizar una vigilancia activa del virus H5N1 en aves y mamíferos marinos, está conformada por el Dr. Lucas Krüger, investigador INACH y del Instituto Milenio BASE, y por los investigadores adscritos del Instituto Milenio BASE Dr. Gonzalo Barriga, virólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y Claudia Ulloa, médico veterinaria e investigadora del Laboratorio Biodiversidad Molecular UC dirigido por la Dra. Juliana Vianna.

En tanto que Beatriz Esnard, investigadora doctoral UC y del Instituto Milenio BASE se integró a la LX Expedición Científica Antártica (ECA 60) junto a Bárbara Berazay Puente, estudiante de postgrado del Magíster en Ciencias Animales y Veterinarias de la Universidad de Chile y tesista del Dr. Víctor Neira, que junto al Laboratorio de Virología Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, lleva estudiando influenza por más de una década. Benjamín Bennett Laso, médico veterinario y asistente de investigación del mismo laboratorio, también entregará apoyo en terreno al equipo que permanecerá hasta fines de enero en la isla Rey Jorge.

Fue en octubre de 2023, cuando un equipo de científicos del British Antarctic Survey (BAS) confirmó la detección de un brote de gripe aviar altamente patógena en la isla Bird (islas Georgias del Sur), en poblaciones de skúa marrón. En tanto que, en Alaska, al extremo opuesto del continente antártico, se registró el primer caso de gripe aviar altamente letal en un oso polar en la localidad de Utqiagvik.

Durante la temporada de verano polar, en la Antártica, los equipos de investigación científica se centrarán en recopilar muestras en terreno que permitirán obtener información sobre el comportamiento del virus en ambientes extremos y su eventual transmisión entre especies animales.

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