El Hospital Dr. Gustavo Fricke del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota – Petorca año a año hace entrega de cientos de elementos de apoyo u órtesis a sus pacientes. Solo el año 2023 beneficiaron a más de 3.243 usuarios, mientras que en lo que va del 2024, se han entregado 487 ayudas consistentes en sillas de ruedas, bastones, andadores, cojines y colchones anti escaras, entre otros, mejorando la calidad de vida de los usuarios.
El kinesiólogo y referente de ayudas técnicas del Hospital Dr. Gustavo Fricke, Eric Barrios explicó la importancia de estos instrumentos en la rehabilitación y como parte de los tratamientos de pacientes de la tercera edad y recién operados, que son quienes, en su mayoría más necesitan la ayuda técnica. “Es una ayuda técnica que nos va a ayudar a suplir ciertas falencias en las funcionalidades del paciente, por ejemplo, algo muy simple como la marcha. El paciente operado de cadera, como lo que entregamos recién, muchas veces tiene una marcha que es una marcha inestable, una marcha que le puede generar algún tipo de caída al paciente, entonces la ayuda técnica viene a suplir un poco esa necesidad de tener una marcha estable”.
Estas ayudas se otorgan a los pacientes GES, que forman parte de los grupos de Fonasa, a quienes la ley debe garantizar salud, y que tienen 65 años o más. Adicional a ello el Hospital Dr. Gustavo Fricke facilita estos recursos a usuarios no cubiertos por el GES, a través de un programa piloto creado el año 2015, de prestaciones valoradas para personas entre los 45 y los 65 años de forma gratuita. Así mismo existe el programa CENABAST, dependiente del Ministerio de Salud, que también financia las ayudas técnicas a quienes lo requieran.
Pacientes agradecidos con la medida
Verónica Farías acudió a retirar un andador para su madre, el que le ayudará en su rehabilitación luego de una operación de cadera. “Feliz sí, porque mi mamá está recién rehabilitándose entonces, ella tiene 85 años y es para que dé sus primeros pasitos”.
Paul Pérez es otro de los usuarios que recepcionó un andador para su madre. Una ayuda que valoró bastante pensando en las dificultades que debía afrontar al caminar. “Nosotros teníamos uno, pero por lo que vemos no es para la condición de ella, entonces esto nos va a generar una ayuda. Se mantiene gran parte del tiempo acostada y la hacemos caminar un par de veces al día, unos cuantos pasos, para que vaya, digamos, ejercitando la cadera que la operaron”.