Tal como ocurriera durante marzo, cuando un reducido grupo de dirigentes portuarios de Cotraporchi, la Coordinadora Marítima y sindicatos de TPS y Ultraport amenazaron con repetir acciones de bloqueo en contra de las recaladas de cruceros –como la ocurrida el 15 de febrero pasado-, este jueves la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) realizó un nuevo llamado a no seguir arriesgando una actividad vital para la ciudad y su turismo.
Durante esta jornada, el mismo grupo de dirigentes volvió a amenazar con desarrollar acciones que pongan en serio riesgo la atención de las naves de turismo, y en particular de la última que recalará en el marco de la Temporada 2016-2017, el próximo 25 de abril, pese a que se habían comprometido públicamente a no volver a interferir con la industria del crucerismo anteponiendo intereses que no se relacionan directamente con la actividad.
El gerente general de EPV, Gonzalo Davagnino, indicó que “el sistema portuario de Valparaíso tiene una reputación nacional e internacional asociada a un buen servicio y una gestión logística impecable, por lo tanto creemos que cualquier acción en contrario atenta contra la competitividad de la actividad y la ciudad, afectando a la cadena de servicios que conlleva el crucerismo y la promoción de Valparaíso como destino turístico, y la imagen de Chile”.
El ejecutivo recordó que diversos actores sociales y políticos a nivel local y nacional, han coincidido con que este grupo de dirigentes están instalado una grave incertidumbre para la imagen del país frente a una industria seria y que opera en base a planificación anticipada, y más aún, pone en jaque una actividad que le reporta beneficios directos a diversos sectores de la economía porteña, tanto por el gasto directo de los cerca de 100 mil visitantes que llegan por temporada, como por el abastecimiento de las naves y su tripulación
“Una acción de bloqueo programada por este grupo de personas daña gravemente a Valparaíso, y además afecta a otros trabajadores de la comuna que entregan servicios de gastronomía, hotelería, servicios financieros, transporte y comercio. Son una serie de actividades significativas para la ciudad que se ven potenciadas por el crucerismo, y que de ser afectadas comprometen ingresos para Valparaíso y sus servicios, por cerca de 30 millones de dólares anuales”, indicó Davagnino.
“Valparaíso no puede permitir que un grupo de personas chantajee al puerto, poniendo en riesgo una actividad relevante hoy para la ciudad como es el turismo de cruceros”, agregó.
En esa línea, EPV ha adoptado una serie de coordinaciones con autoridades civiles y marítimas que aseguren la continuidad en la atención del crucero que recalará el próximo 25 de abril en Valparaíso.
“Hemos tomado todas medidas necesarias y estamos haciendo todas las gestiones pertinentes para que los hechos vergonzosos en febrero de este año no vuelvan a repetirse. Es por eso que estamos en permanente contacto con nuestro concesionario TPS, la Armada de Chile y la Gobernación Provincial para entregar las condiciones de seguridad óptimas para que ninguna acción de fuerza afecte la recalada de los cruceros, y esta importante industria permanezca en Valparaíso como históricamente ha ocurrido”, concluyó el alto ejecutivo.