A cinco meses del megaincendio de Viña del Mar vecinos siguen esperando la entrega de los cuerpos de sus familiares

Una verdadera tortura han tenido que enfrentar familias de Villa Independencia, que hoy, a cinco meses del megaincendio que azotó a Viña del Mar, todavía no han podido darle digna sepultura a sus seres queridos, víctimas de la tragedia; pues continúan en manos del Servicio Médico Legal, ya que no han podido ser en toda regla identificados.

Esto ocurriría producto de que los fallecidos no cuentan con familiares más directos para realizarles el examen de ADN, ya que son primos y tíos los que esperan por la entrega de sus cuerpos. Es por eso que la solución es realizar una exhumación para poder obtener una mayor coincidencia, pero el proceso para realizarlo se ha ido dilatando y los vecinos ya no pueden seguir esperando.

Son dos las familias, representadas por el abogado Felipe Olea en la querella por los delitos de incendio con resultado de muerte y cuasidelito de homicidio, quienes todavía tienen pendiente la entrega de sus deudos; y que hoy buscan visibilizar el dolor que han tenido que vivir ellos y sus cercanos, por no poder enterrar a sus familiares.

Viviana Godoy, tía de Gabriel Astudillo, fallecido en Villa Independencia, detalló que no han podido recibir el cuerpo de su sobrino, pues no tiene familiares más directos para realizar una prueba de ADN que arroje una alta compatibilidad, que se podría resolver una vez se autorice la exhumación. “Esto ha sido un dolor inmenso, muy grande, que no le deseo a nadie más en el mundo, lo que nosotros hemos pasado desde hace cinco meses”, dijo.

En esa línea, enfatizó en que la espera para la entrega de su sobrino Gabriel, no les ha permitido vivir su proceso de duelo: “Yo pedí al SML que tuvieran a mi madre -también fallecida en el megaincendio- hasta que me entreguen a Gabriel, porque yo no quiero sepultar a uno primero y al segundo solito; quiero sepultarlos juntos como Dios manda”, añadió Viviana.

El abogado Felipe Olea, quien representa a cerca de 200 personas en la querella, explicó que el proceso de exhumación involucra a varias instituciones: primero, al SML, luego a la Fiscalía y finalmente al Juzgado de Garantía, donde un juez debe autorizar el procedimiento. “Desde un punto de vista humano, creemos que existe la necesidad qué esta situación se resuelva a la brevedad”, señaló.

Otra persona fallecida, víctima del megaincendio, es Erick Maggio, que al igual que Gabriel, no cuenta con un familiar directo que arroje un alto porcentaje de coincidencia en su ADN para poder identificarlo de forma oficial por el Servicio Médico Legal. Su sobrino, Jorge Cisterna y que es también dirigente vecinal, comentó al respecto que “se han demorado mucho, se han demorado cinco meses, porque el ADN no se ha podido comprobar al 100%” por lo que su solución es también realizar una exhumación.

Pero lamentablemente, los procesos para ellos han sido lentos y engorrosos: “Fui al Servicio Médico Legal y me dijeron que todo era por Fiscalía, y solamente por correo electrónico, pero no me ha servido de nada. Ayer fui directamente a la Fiscalía, donde me dijeron que ya estaba en proceso, pero estaban esperando que el juez firme, y mientras no firme, no podemos hacer el trámite” para poder identificar a su tío Erick Maggio y darle una digna sepultura a varios meses de ocurrida la tragedia.

Respecto a esta problemática, psicólogos explicaron lo delicado que puede resultar para una persona no poder realizar la sepultura de sus familiares: “Desde una perspectiva psicológica, el duelo se entiende como un proceso con distintas etapas. También se pueden observar factores permiten predecir algún grado de dificultad en la elaboración del duelo, como puede ser una muerte traumática. Una de las principales tareas a realizar por las personas es aceptar la realidad de la pérdida, para esto es importante todo lo que son los ritos, los funerales, el sepultar a las personas para ir a visitarlas. Cuando no se tiene el cuerpo de la persona se puede ver dificultada esta etapa”, señaló Ramón Riff, psicólogo de la Universidad de Playa Ancha.

Mientras que Mónica Sandoval, psicóloga del Cesfam Juan Carlos Baeza del Olivar explicó que “las consecuencias que tuvieron a nivel emocional, económico y psicológico hasta el día de hoy siguen presentándose. La mayoría de la gente ha manifestado síntomas de estrés postraumático”. Esto ocurriría tanto por lo que tuvieron que vivir durante la emergencia, y por todo el trabajo que han tenido que realizar en la reconstrucción de sus viviendas, mientras que en paralelo, algunos todavía luchan por sepultar dignamente a sus familiares.

Por otra parte, Paulina Godoy, prima de Gabriel Astudillo, se refirió al proceso de la querella que están llevando adelante con la representación del abogado Felipe Olea: “Estamos pidiendo justicia por la memoria de todos los fallecidos, de los que no han sido entregados y por todo el resto de familias que están sufriendo lo mismo que nosotros”. Detalló que el proceso lo iniciaron para “que las personas que están presas paguen con cárcel, pero ellos no son los únicos que tienen que estar presos. También se tiene que investigar a las demás autoridades que ahora se han estado lavando las manos”.

Al respecto, el abogado querellante, Felipe Olea, enfatizó en que “a nuestro parecer la gran deuda pendiente de las autoridades con las miles de víctimas de esta tragedia es la fecha no haber dado la cara y en un acto de humanidad, ofrecerle disculpas por el tremendo daño que no fueron capaces de evitar. Es realmente vergonzoso evidenciar cómo sin ningún tapujo, se imputan responsabilidades unos a otros, obviando el más mínimo gesto de autoevaluación”.

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