Un llamado a cuidar el equilibrio entre la alimentación y las horas de descanso de los niños y niñas, hace la JUNJI Valparaíso para este dieciocho de septiembre. Estas fechas, llenas de reuniones y festejos, son también una oportunidad para reforzar hábitos saludables, donde el consumo moderado de alimentos y el respeto por las rutinas infantiles juegan un papel fundamental en su bienestar integral.
«La alimentación consciente es clave para que los niños y niñas no solo disfruten de los alimentos, sino que también aprendan de ellos. Al invitar a los niños y niñas a participar en el proceso, conversando sobre el color, el aroma y la textura de lo que comen, estamos fomentando su desarrollo del lenguaje y su atención», señaló la Subdirectora de Calidad Educativa (s) de la JUNJI, María Teresa Lasalle. Además, hizo hincapié en la importancia de incluir agua en la rutina diaria, recomendando un consumo de al menos un litro y medio a dos litros diarios.
Mantener las rutinas también es esencial. Durante estas fechas de celebraciones, donde la familia se reúne y los horarios tienden a alterarse, es vital respetar los momentos de descanso de los niños y niñas. El descanso es una pieza fundamental en su desarrollo físico y cognitivo. «El sueño adecuado y el respeto por sus ritmos biológicos permiten que se mantengan activos y saludables, incluso en días de fiesta», destacó la Directora Regional (s) de la JUNJI Valparaíso, Beatriz Lagos.
La actividad física también debe estar presente durante estas jornadas. Se recomienda sacar a los niños y niñas al aire libre y fomentar el juego, ya sea a través de actividades tradicionales como la rayuela o el volantín, o simplemente con caminatas en parques. Estas prácticas, además de ser entretenidas, ayudan a mantenerlos activos y a reducir los efectos de una ingesta calórica mayor.
Por otra parte, cuando se trata de las comidas, la conciencia sobre el tamaño de las porciones es esencial. Una empanada puede tener entre 400 y 500 calorías, lo que significa que los adultos deben ser responsables en cuanto a la cantidad y calidad de lo que ofrecen a los niños. En cuanto a las bebidas y los postres, es importante no utilizar los alimentos como recompensa emocional. «Los adultos a veces cometemos el error de sentir culpa por dejar a los niños en el jardín y al final del día les recompensamos con dulces. Esto no solo afecta sus hábitos alimenticios, sino que también transmite mensajes confusos sobre la comida», agregó Lagos.
Se invita a las familias a ser creativas al compartir alimentos, involucrando a los niños en la preparación y permitiéndoles descubrir las texturas y sabores. «Al presentarles una fruta, como una naranja, podemos hacer que la experiencia sea más interesante si hablamos sobre su color, aroma o textura. Esto no solo hace que el momento sea más atractivo, sino que también fortalece la conexión entre el niño y los alimentos», explicó la Subdirectora de Calidad Educativa (s).
Este 18 de septiembre, la JUNJI anima a las familias a celebrar con responsabilidad, manteniendo el equilibrio en la alimentación, respetando los momentos de descanso y fomentando actividades al aire libre para garantizar el bienestar de los niños y niñas.