Chile adopta nueva norma lumínica para la protección de los cielos nocturnos

Con el objetivo de preservar los cielos oscuros y proteger tanto la biodiversidad como los observatorios astronómicos, el Gobierno de Chile implementó el pasado sábado la nueva norma lumínica DSN°1, establecida por el Ministerio de Medio Ambiente (MMA). Esta normativa es pionera en el país y establece regulaciones estrictas para la dirección, intensidad y color de las luminarias de exteriores, centrándose en la reducción de los efectos nocivos de la contaminación lumínica sobre el medio ambiente, la salud humana y la observación astronómica.

La norma busca minimizar el uso de luces blancas frías que contienen altos niveles de luz azul, la cual tiene efectos perjudiciales comprobados sobre los ecosistemas nocturnos y la salud. Para lograr un cumplimiento efectivo, el reglamento también propone un cambio gradual hacia luces cálidas y tecnología LED de baja emisión, especialmente en regiones donde operan importantes observatorios, como Atacama, Coquimbo y Antofagasta. Esta iniciativa tiene un impacto especial para Chile, donde se encuentra más del 70% de la infraestructura astronómica mundial, lo que convierte al país en un líder de la investigación en astronomía y observación del universo.

Un claro ejemplo de los desafíos que enfrenta la astronomía debido a la contaminación lumínica ocurrió el pasado 16 de agosto, cuando el Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso (IFA) organizó una actividad comunitaria para observar el llamado «cometa del siglo» Tsuchinshan-Atlas. Esta jornada se llevó a cabo al atardecer en el mirador faro Punta Ángeles de Playa Ancha, donde, a partir de las 19:30 horas, un gran número de porteños y aficionados a la astronomía se reunieron con binoculares, cámaras y teléfonos para captar la imagen del cometa. Sin embargo, aunque el evento fue un éxito, los altos niveles de iluminación urbana en Valparaíso dificultaron una visión clara y completa del cometa, limitando la experiencia para los observadores solo a quienes tenían cámaras fotográficas profesionales.

Para contrarrestar estos efectos, muchas personas, entre ellas investigadores y entusiastas, optaron por trasladarse a zonas con menor contaminación lumínica. Como lo expresó el Dr. Eduardo Ibar, quiene también es el director del IFA: “El domingo pasado, junto a mi familia, nos fuimos a Playa Las Docas, un lugar precioso cerca de Valparaíso con una gran vista al mar y protegido de la iluminación urbana. El espectáculo fue impresionante, y con binoculares se podía apreciar la extensión del cometa; incluso a simple vista se podía ver su larga estela”.

La nueva normativa también plantea un cambio en la percepción de la luz como garantía de seguridad. “Es difícil erradicar la idea de que más iluminación equivale a mayor seguridad”, señaló destacando que la verdadera responsabilidad recae en una adecuada gestión de políticas públicas que garanticen la seguridad de la ciudadanía. Asimismo, los astrónomos confían en que la Superintendencia del Medio Ambiente del MMA fiscalice y sancione en casos de incumplimiento de la normativa.

Con esta nueva regulación, Chile reafirma su compromiso con la preservación de sus cielos oscuros, esenciales no solo para el avance de la astronomía, sino también para proteger los ecosistemas nocturnos y mejorar la calidad de vida. La implementación de esta norma abre una nueva etapa en la convivencia entre desarrollo urbano y la conservación de la oscuridad natural, un recurso valioso que permite disfrutar y estudiar el universo en toda su magnitud.

Norma ilustrativa

La Fundación Cielos de Chile en colaboración con el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), presentaron la Norma Lumínica Ilustrada, una guía visual de la nueva normativa que busca reducir la brecha de conocimiento que se tiene respecto a su aplicación. Este manual propone desmitificar algunas creencias existentes sobre la iluminación de exteriores, especialmente respecto a la seguridad. “Esperamos derribar el mito de que reducir la contaminación lumínica implicará que nuestras ciudades y espacios públicos sean más oscuros; al contrario, a través de una iluminación sustentable será posible iluminar de una manera que sea amigable con la salud y seguridad de las personas, y también con el medio ambiente”, comenta Daniela González, directora ejecutiva de Fundación Cielos de Chile.

 

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