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En la Sala Laboratorio del Parque Cultural de Valparaíso, el 25 de enero, se inauguró la exposición TOMA / Sub-urbe del artista visual Nemesio Orellana Martínez, que visibiliza las arquitecturas transitorias de la ciudad, como quioscos y elementos de la arquitectura moderna.
TOMA / Sub-urbe es una propuesta de análisis del entorno, del tejido y su entramado urbano, acerca de su planificación y de lo que escapa a ella, o como expresa el propio artista, de la recreación de la ciudad, desde distintas miradas y escalas, poniendo énfasis en sus fracasos y posibles resistencias de una ciudad «inferior» o «contra-ciudad» no planificada y espontánea que está en constante tensión con los intentos de organización y estructuración urbana desarrollados desde lo institucional.
Ciudades colapsadas, mega densificadas y caóticas, que al mismo tiempo presentan un orden anárquico maestro, se aprecian tanto en formato macro (10 metros cuadrados) como en cada detalle. El artista presenta una muestra elaborada y resuelta en planos, maquetas, edición, manipulación digital, y fotografía, en esta exposición financiada por los Fondos de Cultura, Convocatoria Nacional, línea de creación 2023.
Orellana, quien ha participado en diversas ferias de arte, exposiciones colectivas e individuales en Chile y en el extranjero, explica que «en esta exposición quería mostrar la ciudad a través de tres miradas y distancias. Una macro, que habla de la forma urbana, entendiendo la ciudad desde su lejanía, y complejidad de formas. Luego, una visión más aterrizada, que es un registro fotográfico de arquitecturas derivadas del movimiento moderno local, interpelando el quiebre de la trama histórica de las ciudades y contrastándolos con ciertos elementos aún más acotados o hitos, que son dispositivos arquitectónicos a escala humana y de funcionalidad pura.»
Esta exposición se articula desde la ciudad, la arquitectura y el urbanismo, «con el propósito de generar un análisis y comprensión del entorno, entendido como forma urbana, el espacio construido donde se habita y se disputa. Entonces, hay un cruce entre arquitectura
Mmoderna, (un estilo internacional de planificación de formas) y las contrasto con arquitecturas precarias, primarias, a escala del cuerpo humano, hasta una mirada macro y lejana, donde parodio la figura del urbanista y de la planificación.”
El artista, Licenciado en Artes Visuales por la Universidad Arcis Valparaíso, quien previamente estudió arquitectura reside en Viña del Mar.
Quioscos
La tercera visión corresponde a “la lógica de los colapsos, de las ruinas. También, el concepto que me interesaba, respecto a la disputa de la ciudad, lo tomo en relación a resistencias. Se trata de situaciones urbanas que resisten a sí mismas, al paso del tiempo. Como el tema de las ruinas”.
Por ello, dentro de la exposición se revalora el quiosco, un espacio de transacción común y recurrente en las ciudades. Estos espacios son tomados por el artista y puestos en valor desde una mirada estética y arquitectónica, pero también patrimonial e histórica.
«Los quioscos son ruinas en tránsito, están en un proceso de devenir. Son pequeños vestigios que quiero elevar a categoría arquitectónica. Es un rescate de hitos, porque son estructuras que están a punto de desaparecer. A veces, cuando vuelvo, ya no están. Ya cambiaron, o ya los sacaron, modificaron, los mutaron o los transformaron en otras cosas más estándares. Esto habla de un tiempo específico de la ciudad».
De esta manera, registra una serie de «vestigios urbanos», residuos arquitectónicos de funcionalidad pura y directa, dispositivos a medida de procesos de intercambio cotidiano y de ocupación provisoria: arquitecturas de borde, de margen, como garitas, quioscos, estructuras sanitarias, cubículos y casetas. Se fija en la precariedad estructural, la proliferación y acumulación de formas degradadas, retratando lo que define como «arquitecturas tácticas», cuyo interés radica en su porosidad y caducidad. Son «vestigios carentes de belleza y monumentalidad arquitectónica, que se han quedado incluso aislados de sus propios contextos urbanos debido a la rapidez del desarrollo de la ciudad contemporánea, dejando finalmente en evidencia las huellas que resisten incluso al crecimiento urbano».
Colapsos
Otra obsesión del artista es dar cuenta de las ruinas, el deterioro y el fracaso arquitectónico. «En una reconstrucción macro de la ciudad, de Valparaíso. Por ejemplo, en el trabajo principal, que es una maqueta formada por fotografías aéreas, cartón y papel, está constituida por colapsos. Me paro desde una visión global, como un pseudo urbanista que fantasea sobre la reestructuración del Barrio Puerto. Esta maqueta habla sobre una renovación urbana radical. Puedo basarme en muchos ejemplos de urbanidades y proyectos utópicos desarrollados desde la revolución industrial y durante el siglo XX. Mezclo urbanidades, referencias, ciudades, teorías arquitectónicas. Hago una gran síntesis de situaciones y elementos urbanos, de condiciones urbanas, de trazados urbana, de diseño, geometría, cálculo y planificación. Finalmente, doy cuenta de cómo la ciudad deja de ser solo un contenedor de masas, sino también un diseño urbano, un pensamiento».
¿Y dónde se sitúa el habitante, el ciudadano de a pie en la obra de Nemesio Orellana? Es una pieza fundamental, porque esto es diseño para habitar. Respecto a la disputa que propongo, también esta maqueta hace una disputa entre dos formas de habitar: la planificación versus la espontaneidad, es decir, la clásica planificación de la ciudad versus urbes como Valparaíso. La tensión permanente entre lo planificado y el clásico cliché porteño de la ciudad espontánea».
«¿Cómo acoplo esta espontaneidad? ¿Y cómo esta espontaneidad se acopla a la planificación? ¿Cómo el urbanismo tiene que dar cuenta también de lo que nunca podrá controlar? Eso también me interesa demostrar en esta maqueta fotográfica. Un gran bombardeo visual que tiene que ver precisamente con teorías urbanísticas que me interesaron desde que soy estudiante de arquitectura. Esta obra tiene una síntesis de la historia del urbanismo bajo mi mirada personal. Aquí está Barcelona, el Plan Cerdá, la ciudad Lineal de Arturo Soria, los ejes de París de Hausmann, el trazado colonial europeo en América, Viña del Mar, Valparaíso, el Plan Voisin, la ciudad Radiante de Le Corbusier, estos planes urbanos radicales que modifican la trama orgánica e histórica de las ciudades».
De acuerdo con el artista, «esta exposición se articula desde la ciudad, la arquitectura y el urbanismo, con el propósito de generar un análisis y comprensión del entorno, entendido como forma urbana, espacio construido donde se habita y se disputa el derecho a pertenecer a la ciudad”.
Nancy Mansilla, curadora y artista, explica sobre la muestra: «Al detenernos y habitar, disputamos estrategias de resistencia, surgiendo otras formas de ser y estar anacrónicas con su contexto. Espacios liminales que Nemesio recorre física y virtualmente, registrando, estudiando, visibilizando y proponiendo otras posibilidades temporales, donde lo normado colapsa y el ingenio del caos prevalece».
