“El Tiempo No Espera” es la primera obra narrativa a gran escala de Julieta Saavedra y también su primer proyecto financiado por el Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, convocatoria 2025. Se trata de narrativa escénica que explora las experiencias de tres personas de distintas generaciones etareas, que, por medio de la memoria intergeneracional que surge en los relatos, abordan temas como la aceptación de la vejez, la inclusión y el respeto por la experiencia de vida, que son contados en monólogos los que al final del montaje, confluyen en una misma escena.
El estreno se realizará este jueves 10 de abril a las 19:00 horas en el Centro Cultural Gabriela Mistral de Villa Alemana, para luego trasladarse al centro Cultural Leopoldo Silva de Quillota (29 de mayo), al Teatro Municipal Juan Bustos de Quilpué (06 de junio); posteriormente el 28 de junio se presentará en la Plataforma cultural Valparaíso Profundo, para culminar con un evento de clausura en el Centro Cultural Valparaíso, Ex Cárcel, el 18 de julio del presente año.
Elenco
El elenco está compuesto por personas que, para la autora, son indispensables, por ejemplo, “Don Roberto Valencia fue alumno mío en el taller “Cuentos que nacen del alma”, él es narrador, estudió un año de narración en la fundación Mustakis en Valparaíso y él dice, ‘No, yo soy un narrador profesional’, pero él tiene una gracia innata y en el taller yo siempre le pedía colaboración como mimo”, recuerda Julieta.
También desarrolla un personaje dentro de la obra, la actriz Gabriela Fernández Chan, que tiene una larga trayectoria y que, para la autora, era de suma importancia poder incluirla y que ella aceptara ser parte del desafío “la Gaby es una actriz peruana que se hizo un camino en Chile habiendo vivido xenofobia en este país, por ser peruana le hicieron la guerra muchas veces, sin saber que es una gran profesional, directora teatral super reconocida en su país, entonces yo me dije ‘ella tiene que estar en mi proyecto’ porque yo seguía su trayectoria y porque creo que le va a dar peso a esto y así ha sido, porque nos ha dirigido y apañado mucho en los ensayos, eso para mí es ganancia y le estoy profundamente agradecida”.
Finalmente, pero no por eso menos importante, en escena se generará atmósfera, pero se incrementará significativamente por la música en vivo de un multididacta amigo y colaborador de muchos trabajos anteriores de la escritora y cuentoterapueta, Sebastián Roque Tognia, profesor de música “lo invito también porque es un gran compositor, versátil, de esas personas que buscan mil facetas para hacer música, por eso nunca dudé que, claro, él me tiene que ayudar con la musicalización, no hay otro y ha sido pura magia, él se concentra y narra musicalmente emociones que aparecen en la obra, entra en los tiempos exactos y hasta nos apoyan en los cambios de intencionalidad, es en verdad, muy importante para este montaje su apoyo” sentencia Saavedra.
¿Con qué se encontrará el público asistente?
La compositora y directora de la obra, tiene muy claro el objetivo de esta puesta en escena y se pone en el lugar de quienes asistirán al estreno “van a poder ver cómo el tiempo pasa y no espera. Como nosotros estamos llenos de miedo y cómo los enfrentamos o quizás no, todo puede ser. Yo no sé si su manera de ver las cosas va a cambiar, pero quizás, sí puedan sentirse identificados con parte de alguna de las historias que aparecerán”
En escena se montarán tres historias: la de una mujer de 50 años que en plena pandemia pierde a una hija y que tiene que reconstruirse, porque ya no cree en el amor; un hombre mayor (70) que no tiene nada que perder, que lo ha vivido todo, pero que nos enseña sobre optimismo y que hay que vivir el hoy; y una mujer de cuarenta y tantos que le tiene terror a la vejez.
Tres historias muy distintas que terminan unidas y nos enseñan que siempre esperamos que la vida nos sorprenda en vez de vivirla cumpliendo nuestros mejores y más felices anhelos, sin culpa.
Finalmente, Julieta Saavedra señala que habrá muchas emociones “sí, porque hay mucha profundidad en los monólogos, tiene que ver con el paso del tiempo. Yo espero sí, que la disfruten, que se puedan reír, pero por sobre todo que se puedan sensibilizar también con respecto a que las personas mayores no están solo para cuidar nietos, ni tampoco para quedarse encerrados tejiendo, están para vivir, eso intento abordar”.