Miguel Vargas Saavedra, quien vive en Villa Alemana, sufre de la enfermedad de Fabry, una rarísima dolencia que puede provocar accidentes vasculares, enfermedad cardiaca, dolencias intestinales e insuficiencia renal, entre otros graves síntomas que lo pueden llevar a la muerte. Gracias a la Ley Ricarte Soto, este paciente se está tratando en el Hospital Gustavo Fricke, donde dos veces al mes recibe un tratamiento de altísimo valor, en forma gratuita, y que le permite desarrollar su vida en forma normal.
Este es uno de los más de cinco mil casos que en el país están utilizando los beneficios de la ley Ricarte Soto, que es un sistema de protección financiera para diagnósticos y tratamientos de alto costo y que posee cobertura universal, no importando si el paciente está en Fonasa, Capredena, Dipreca o pertenece a una Isapre.
Autoridades del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota y del Hospital Gustavo Fricke visitaron a Miguel Vargas mientras recibía su tratamiento, que se realiza con el producto Fabrazyme Agalsidasa Beta y que tiene un costo de 1 millón 270 mil pesos por ampolla suministrada. Al año, sólo en esta patología, se invierten 364 millones de pesos que provienen de la red del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota.
Miguel Vargas señaló: “si uno no se hace este tratamiento se le van deteriorando los órganos, el corazón y los riñones, y por eso es importante ya que aumenta las expectativas de vida. Personalmente no podría pagar lo que sale este tratamiento mensual (me inyectan dos veces al mes) y es muy importante la Ley Ricarte Soto ya que favorece a las personas con enfermedades raras”.
El Dr. Osvaldo Becerra, sub director médico del Hospital Dr. Gustavo Fricke, señaló: “la enfermedad de Fabry es una patología de altísimo costo, en este momento somos referentes regionales, y estamos viendo el beneficio directo con un paciente atendido acá, con un costo mensual aproximado de 5 millones, financiado a través de la ley Ricarte Soto. En el Hospital Gustavo Fricke también, y gracias a la Ley Ricarte Soto, hay pacientes que se pueden tratar con bombas de infusión de diabetes, además de alimentación en pacientes pediátricos, artritis reumatoidea entre otras enfermedades de muy alto costo”.
La Dra. Beatriz Tapia, nefróloga del Hospital Gustavo Fricke y médico tratante del paciente con la enfermedad de Fabry, explicó: “que la familia del paciente está compuesta por 10 hermanos. Una de esas hermanas llegó a consultar al policlínico porque estaba perdiendo proteínas por la orina, y no era una patología muy grave, pero dentro de sus antecedentes familiares informó de una hermana trasplantada en Francia, dos sobrinos en diálisis y dos hermanas en control por insuficiencia renal. Entonces sospechando una enfermedad renal hereditaria se biopsió, después de eso se hizo la medición de la enzima , se hizo un estudio genético y se descubrió una mutación nueva que no había estado pre escrita en el mundo, y se comenzó con el remplazo con la enzima. Algunos de los hermanos tenían compromiso renal, otros un compromiso cardiaco, y por lo tanto, era sumamente importante tratarlos porque de otra forma, la enfermedad progresa”.
La química farmacéutica, Carolina Molina, referente de la ley Ricarte Soto en el SSVQ explicó: “la idea de la Ley Ricardo Soto es que la familia no sufra un desmedro económico al tener pacientes que necesitan medicamentos complejos y de alto costo y que responden a eliminar los graves síntomas de estas enfermedades. En estos momentos, al corte de abril, hay 5.200 personas en todo Chile que se están beneficiando de la Ley Ricarte Soto”.