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Quince adultos mayores fueron parte del cierre del primer taller educativo para diabéticos que requieren insulina.
La actividad tuvo como objetivo principal entregar los conocimientos básicos sobre la enfermedad, y así permitir a los pacientes lograr un autocuidado y prevenir las complicaciones agudas y crónicas.
Diego Collao, médico participante del proyecto, explicó la motivación del equipo de profesionales del Centro por llevar adelante esta iniciativa.
«Los talleres nacieron por la inquietud de la Dirección y de los profesionales. Nos dimos cuenta de que los pacientes estaban viniendo a controles pero no entendían su enfermedad ni por que estaban tomando algunos medicamentos», indicó el doctor.
Las jornadas fueron realizadas los días 19, 26 de julio y el 2 de agosto y estuvieron a cargo de distintos profesionales del equipo CESFAM: un químico farmacéutico, una enfermera, una podóloga, una nutricionista y una odontóloga.
Tamara Luengo, jefa del Programa de Odontología del Departamento de Salud, explicó que la idea es orientar a los pacientes a mejorar su calidad de vida a través de acciones y técnicas de higiene.
«La idea del taller es informar la forma de prevenir los problemas de encías, la enfermedad a las que las personas diabéticas están más propensas. La intención es prevenir y lograr que la salud oral sea una prioridad para ellos», explicó Tamara.
La dinámica de la primera jornada consistió una charla orientada a que los pacientes conocieran la diabetes, cuáles son sus causas, las consecuencias del no cuidado y el tratamiento.
Según la podóloga del CESFAM, Claudia Paola Saavedra, lo principal de estas iniciativas radica en promover en los pacientes su propia atención en todo lo que significa su enfermedad.
«La importancia es que los pacientes tengan el autocuidado, la atención de un equipo multidisciplinario y el apoyo de un podólogo. El cuidado es relevante para no llegar a una amputación», afirmó.
En la segunda fecha, se les dieron a conocer a los participantes los cuidados básicos que se deben tener con el manejo general de la insulina y los recaudos que debe tomar el dependiente de esta. Además de la atención a los pies para prevenir enfermedades u otras complicaciones más graves como las amputaciones.
Camila Osorio, nutricionista del Sector Amarillo del CESFAM, señaló que la intención de los profesionales del Centro es acompañar a los pacientes diabéticos en conocer y comprender su padecimiento, a fin de mejorar su calidad de vida.
«La idea es que se vaya replicando para ir reforzando los controles para usuarios crónicos que realizamos habitualmente. Los pacientes diabéticos tienen control cada tres meses y, en general, muchas veces se los pierden. Se busca reforzar las indicaciones del médico para sensibilizarlos mucho más», aseguró la nutricionista.
Para finalizar se les entregó nociones sobre la dietoterapia, explicando las porciones correctas y los horarios adecuados para las comidas, junto con los cuidados odontológicos que se deben tener.
