Con la firma de la escritura de compraventa del ex Palacio Subercaseaux, por parte del alcalde de Valparaíso Jorge Sharp y del gerente general de Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), Gonzalo Davagnino, se formalizó el traspaso del histórico inmueble por parte de la Municipalidad a la entidad portuaria.
De esa manera, tras un extenso proceso iniciado en 2016, se selló el acuerdo que en los próximos días derivará en el traspaso de la propiedad con el propósito de que la firma instale allí su futuro edificio corporativo, proyecto en el que viene trabajando desde septiembre del año pasado.
La operación, cuya fase final comenzó a gestarse en octubre, luego que el municipio notificara a EPV el inicio del proceso de compraventa, se concretó por un valor de $543 millones y dará pie al inicio formal del proyecto de recuperación del edificio Subercaseaux, el cual se inserta en el marco del Plan Maestro de Desarrollo del Puerto.
El alcalde Jorge Sharp señaló “creemos que es una noticia importante para un sector como el Barrio Puerto que requiere de un plan de recuperación por todo lo que significa para la ciudad. Nuestro compromiso con la comunidad ha sido realizar todas las acciones posibles para que ese barrio se revitalice. Esto lo haremos con los vecinos, sus organizaciones, el comercio local e instituciones del sector como la misma iglesia La Matriz o la Universidad de Valparaíso que construirá el edificio de Neurociencia en el barrio. Además estamos gestionando financiamiento para recuperar edificios emblemáticos como el Liberty y otros que contribuyan a dar un nuevos rostro a este sector patrimonial”
En este sentido destacó la gestión municipal que se lleva a cabo en el sector: “Por ello, este traspaso, se suma a la habilitación del Mercado Puerto, el que durante el año 2018 será abierto a la comunidad en un proceso transitorio. Asimismo nuestro compromiso es que la mayor parte de los recursos obtenidos sean efectivamente reinvertidos en el barrio. Esa será nuestra principal preocupación, a fin de que la recuperación del barrio sea una realidad en el más corto tiempo posible. Esperamos que la revitalización del barrio considere a trabajadores, proveedores, empresas, emprendedores y cooperativas de la ciudad con el objetivo que este proceso beneficie la dinamización de la economía local”.
Desde EPV, su gerente general Gonzalo Davagnino señaló su satisfacción por la concreción del acuerdo con el alcalde Sharp, que permitirá desarrollar “este proyecto que demuestra nuestras ganas de reactivar económica y patrimonialmente el sector fundacional de Valparaíso como es el Barrio Puerto y su casco histórico. Hemos sido claros en impulsar esta iniciativa de apoyo patrimonial, para ir mejorando este sector; cuando hay buenas iniciativas, se crean mejores proyectos para ir desarrollando el tema patrimonial y portuario. Este edificio estaba abandonado, tiene una fachada que puede ser recuperada, y nos parece interesante darle mayor vida a ese sector e ir recuperando lo que fue la historia de Valparaíso”.
Sobre el acuerdo logrado con el municipio, Davagnino destacó que “existe aquí una voluntad conjunta de recuperar el Barrio Puerto, que históricamente ligado a nuestra actividad, y de potenciar la relación ciudad-puerto, trabajando en dos de sus ejes fundamentales como son el puerto y el patrimonio”.
Proyecto del Nuevo edificio Corporativo
El proyecto “Nuevo Edificio Corporativo” de EPV, busca recuperar el Ex Palacio Subercaseaux, afectado por un gran incendio en febrero de 2007, inmueble que fue seleccionado de entre nueve edificios ubicados en el casco histórico de Valparaíso, que contaban con una serie de características y valores urbano-arquitectónicos que los hacían susceptibles de albergar las nuevas oficinas de EPV.
El terreno, de poco más de 1.100 metros cuadrados contempla una intervención que implicará habilitar una superficie útil de 5.600 metros cuadrados aproximadamente, distribuidos en cuatro pisos, una terraza y dos niveles subterráneos. Importante será el trabajo en la terraza, propuesta como una quinta fachada en sintonía con el requerimiento patrimonial de la Zona Típica y Sitio de Patrimonio Mundial Unesco en la que está inserto el edificio.
Asimismo, se plantea recuperar estructural y arquitectónicamente los muros patrimoniales que se conservan del inmueble, y ponerlos en valor instalando en su interior una estructura contemporánea, levemente separada de los muros exteriores, que contempla un patio interno desde el primer piso al techo, y que comunicará interiormente los distintos niveles del edificio.
En su exterior, será respetuoso de la altura y volumetría del edificio original y de las estructuras del entorno. Asimismo, se hará cargo de la recuperación de los pasajes Almirante Goñi y Pérez Gacitúa, ambos bienes nacionales de uso público. El anteproyecto, además, contempla una primera planta de uso público, recuperando el uso comercial que tuvo el edificio antes del siniestro, con un teatro-auditorio y una sala patrimonial que contempla una biblioteca pública portuaria.
En los pisos subterráneos alberga 36 estacionamientos y un auditorio de uso público con una capacidad de 120 personas, el cual tendrá la cualidad de estar disponible aun cuando el edificio se encuentre cerrado ya que se genera un acceso independiente por el pasaje peatonal Almirante Goñi. Considerando una galería retráctil, este auditorio podrá ser utilizado también como salón de eventos.
Se destaca que el cuarto nivel considera el retranqueo de la planta, al igual como era el edificio en su estado anterior al incendio, incorporando una terraza panorámica hacia el puerto en la cubierta.
El proyecto de construcción tendrá un valor de US$ 11 millones, y se espera pueda estar listo hacia fines de 2018. La iniciativa cuenta con todas las autorizaciones necesarias, entre ellas los permisos de la Dirección de Obras, del Consejo de Monumentos Nacionales y la Seremi de Vivienda, la autorización del Ministerio de Desarrollo Social y de la Dirección de Presupuesto. Incluso se hizo una consulta de pertinencia al Servicio de Evaluación Ambiental sobre si procedía ingresar el proyecto a trámite medioambiental, ratificándose que no se requería.