El lunes por la tarde, más de 200 ejemplares de gaviota de Franklin fueron encontrados muertos en la playa de Tunquén, Algarrobo, sin que existiera certeza sobre su causa de muerte. Junto a ellas permanecía un grupo de ocho aves aún con vida, las que fueron trasladadas al Hospital Clínico Veterinario de Santo Tomás Viña del Mar para su tratamiento y recuperación.
Hasta hoy miércoles por la tarde no se sabía con certeza la causa exacta de la masiva muerte de gaviotas. Se pensó en un primer momento en la responsabilidad humana a través de un atropello o de disparos de rifle, pero ambas teorías fueron descartadas. Surgió entonces la hipótesis de que hayan sido víctimas de algún virus, cuestión que debe ser zanjada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Respecto a las aves que fueron trasladadas a Viña del Mar, Pablo Salah, director del Hospital Clínico Veterinario de Santo Tomás, indicó que “las recibimos el martes por la tarde. Mostraban signos de heridas, estaban bastante afectadas, así que ingresaron al centro, se hidrataron, se tomaron placas radiográficas y en estos momentos están en proceso de curación de sus heridas, rehabilitación y alimentación”.
“Mientras se espera la respuesta por parte del SAG sobre la causa de esta muerte masiva, lo que hacemos es mantener las medidas de bioseguridad para evitar algún tipo de contagio en caso de que esto sea producto de una enfermedad infecciosa”, agregó el médico veterinario.
Por último, Salah indicó que, en caso de presenciar un episodio de este tipo, lo recomendable para las personas es “no tocar a la fauna silvestre afectada en la playa o en la calle, sino que avisar a la autoridad competente, que puede ser SAG o Sernapesca. Como la gente desconoce la situación en la que se encuentra el ejemplar, podríamos estar frente a una enfermedad infecciosa que podría afectar al ser humano. Otra cosa que ocurre es que muchas veces la gente intenta devolver al mar a los lobos marinos bebés que encuentra en la playa, siendo que en realidad fue la misma madre la que los dejó ahí para ir a alimentarse. Entonces cuando vuelve no lo encuentra por culpa de las personas que lo movieron y ahí sí se genera un problema real”.