¿Los niños deberían ir al Oftalmólogo?

La Dra. Moira Wiegand es especialista de Clínica ISV y su área de especialización ha sido la oftalmopediatría, desde donde explica algunas de las patologías más frecuentes y los riesgos de las nuevas tecnologías a las que están expuestos los niños desde temprana edad.

¿Dra. Wiegand, nos puede explicar antes que nada, qué es la oftalmología pediátrica?

La oftalmopediatría, es el estudio de las enfermedades oftalmológicas de los niños, que son diferentes a las de los adultos y es importante, porque hay una serie de patologías que se presentan en niños que no se presentan en los adultos o se presentan en forma diferente. Pero lo más frecuente de recalcar es la necesidad del control del paciente pediátrico desde lo más general.Podemos decir que los niños sanos, que no tienen antecedentes familiares, de problemas importantes de visión y que no han presentado ningún síntoma visual, deben ser controlados por un oftalmólogo, idealmente por un oftalmopediatra, alrededor de los 4 años de edad. A esta edad es importante detectar los vicios de refracción, llámese hipermetropía, astigmatismo o miopías, que deben ser resueltas o tratadas a esta edad, porque si el sistema visual del niño no es estimulado con una imagen nítida, que es cuando un niño tiene algún problema de lentes y no los están usando, significa que a su ojo genera una imagen desenfocada. El ojo envía información a través del nervio óptico al cerebro que es el que finalmente interpreta la información. Como al cerebro está llegando información insuficiente, este no se estimula adecuadamente y no se desarrolla bien la corteza visual. Aparece la ambliopía, que es la disminución de la agudeza visual de uno o ambos ojos por falta de estimulación y la estimulación es una imagen adecuada en la retina.

Es decir, si un niño tiene un vicio de refracción y no es tratado a tiempo con lentes o no usa los lentes en forma adecuada, después más adelante cuando uno le indique el lente adecuado no va a ver bien pues su cerero “no aprendió a ver”. Muchos de los niños pequeños no son capaces de decir o no son capaces de discriminar si ven más mal que otra persona, sobre todo cuando estos vicios de refracción no son acentuados . Hay veces en que uno de los ojos ve bien y el otro no. La única manera de detectarlos es examinándolos,, por eso es importante traer a los niños sanos a los 4 años.

¿Qué aspectos son importantes que una mamá o un papá se fijen sobre la salud visual de su hijo pequeño?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que un niño se puede examinar desde que es recién nacido, incluso nosotros tenemos que examinar a los niños prematuros. Es decir, cualquier niño a cualquier edad puede ser examinado y nosotros tenemos las herramientas para determinar incluso, si un niño pequeño necesita lentes. No se necesita necesariamente la colaboración del niño para hacer un buen diagnóstico.

Qué cosas deben llamar la atención: en un niño pequeño desde que nace, la mamá se da cuenta, al tomar pecho, que fija la vista en los ojos de su madre. Hay mamás que perciben en que el niño no fija la vista, no la mira o no la sigue, Cuando son muy chiquitos, el principal estímulo es la cara materna o la de otra persona. Cuando son un poco más grandes, tienen que fijar los objetos y seguirlos .

Otra cosa importante es el rojo pupilar, que es la pupila que en condiciones de un flash de luz y de un examen, se ve rojo. En niños que tienen cataratas o en casos más graves, niños que tienen retinoblastoma, que es un tumor maligno de la retina, se pierde el rojo pupilar. Es muy importante que los pediatras evalúen el rojo pupilar y que los papás consulten a un especialista si se dan cuenta que una de las pupilas o ambas presentan un color diferente o bien si en las fotos salen con una pupila roja y la otra no. Otra cosa es si los niños comienzan a desviar los ojos, hay veces que los niños llegan muy tarde, porque alguien les ha dicho que es normal que los ojos estén desviados hasta el año de edad, pero eso no es normal, se pueden detectar antes los estrabismos y se puede llegar más precozmente a un diagnóstico e iniciar a tiempo precozmente el tratamiento adecuado.

Entonces fijarse en que lo niños fijen la mirada, que siga los objetos, que no desvíe los ojos, que las pupilas estén simétricas, que tengan el color negro, en condiciones normales, esos son síntomas de alerta.

¿Qué tan perjudicial es el uso de pantallas tales como computadores, tablets, celulares, consolas, etc.?

La exposición propiamente tal, no echa a perder la visión. Un niño no va a dañarse la retina o la córnea por el uso de pantallas. Lo que sí sucede es que el niño tiende a pestañear menos por estar muy concentrado y metido en los juegos, y además el ojo se mantiene más abierto. La superficie ocular tiende a secarse más rapido, se produce sensación de irritación, ojo seco y se enrojecen los ojos. Pero no genera daño per se.

Lo que sí está claro y se han hecho en estudios de poblaciones asiáticas, donde hay una epidemia de miopía, es que no el uso de pantallas, sino el hecho de no exponerse a la luz solar, ha aumentado las miopías y las miopías altas desde la niñez. Respecto del uso de las pantallas, se recomienda no más de una hora de exposición al día a los niños menores de 8 años, por un tema más que nada neurológico. Los niños deben descansar el cerebro de los estímulos y apagar todo tipo de pantallas una hora antes de dormirse.

¿Cuál es la relación entre exposición a la luz solar y la miopía?

Se cree que hay algunas enzimas y vitaminas que se activan con la luz natural para que el ojo se desarrolle en forma normal. Cuando esto no se da, hay una tendencia a alterar la formación de las capas que forman el ojo, de manera que el ojo se elonga, y si tienes un ojo más largo, tienes un ojo miope. El problema es que las miopías altas se relacionan, no sólo al uso de lentes, sino que son propensos a las “enfermedades oculares” tales como el desprendimiento de retina y las maculopatías. Esto se ha visto en las poblaciones orientales, donde se han hecho muchos estudios y hay políticas públicas en las escuela, en que obligan a los niños a salir a recreo para garantizar un tiempo efectivo de exposición a la luz natural.

¿Y respecto a la calidad de la alimentación de los niños, tiene relación con la calidad visual?

Existen “tips de la abuelita” como el comer zanahorias, pero en realidad, son parte de la mitología urbana, una alimentación equilibrada, rica en vitaminas, frutas, verduras es suficiente para que un niño normal tenga un desarrollo visual normal.

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