Iniciativa del Centro de Biotecnología y Departamento de Química de la USM busca mejorar la producción del tomate en las provincias de Quillota y Marga Marga

“Microbiología del tomate agroecológico”, así se denomina la iniciativa que lleva a cabo el Centro de Biotecnología y Departamento de Química de la Universidad Federico Santa María y que es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad otorgado por el Gobierno Regional de Valparaíso (Código BIP n°40004866).

El equipo de profesionales de la USM está liderado por la Directora del proyecto, la investigadora Dra. Marcela Carvajal, junto al Prof. Dr. Michael Seeger, investigador y académico del Departamento de Química; Alejandra Vergara y Paulina Vega, como asistentes científicos; Fernando Dorta, de apoyo académico; Alexis Velásquez, estudiante de doctorado en Biotecnología; y Makarena Olivares, tesista de pre grado de Ingeniería Civil Química. Con ellos, también, participa la empresa “Mavida”, la cual se dedica a entregar soluciones integrales para mejorar la productividad y la calidad de vida de las personas relacionadas con el trabajo agrícola.

El proyecto tiene como objetivo principal otorgar información útil sobre cómo varía la microbiota de suelos sometidos a distintos tratamientos orgánicos. Dicha información será de conocimiento público para los agricultores del tomate, con el propósito de fomentar el uso de tratamientos orgánicos, lo que ayudará a potenciar la productividad. Gracias a esto, se podrá conocer la microbiota del suelo y su dinámica, lo que les permitirá determinar cuál es el tratamiento más adecuado y en qué momento de la temporada realizarlo, y cómo impactará en su producción.

“La iniciativa tiene como finalidad establecer una relación con los productores de tomate de las provincias de Marga Marga y Quillota, en un sentido de colaboración, donde la Universidad provee conocimiento aplicable, y ellos con la parte más técnica, de campo. En dicho ámbito, hemos detectado una necesidad no atendida, si bien hay muchos productores que están bien instruidos en técnicas microbiológicas, hay varios vacíos y desafíos de cómo trabajar los microorganismos en el suelo. Generalmente, el manejo de tratamiento agrícola es curativo y no preventivo, se ve el síntoma en la planta y se aplican los productos, pocos son los que hacen tratamientos de enriquecimiento de suelos más allá de lo convencional (fertilizantes convencionales) y que se preocupan de la microbiología del suelo. Sumado a lo anterior, aquellos que aplican tratamientos biológicos carecen de las herramientas, que son de difícil acceso para ellos, de identificación microbiológica y viabilidad (Información que este proyecto les entregará). Actualmente, los agricultores, se están abriendo a esta posibilidad de ser parte de este estilo de manejo ecológico sustentable para tener mayor productividad”, comentó Marcela Carvajal, Directora del proyecto e Investigadora asociada.

El desarrollo del proyecto permitirá conocer las variables del suelo y cuáles son las que causan impacto en la productividad del tomate, demostrar la influencia de la diversidad microbiológica del suelo sobre el bienestar vegetal y, por ende, se podrá ver en campo si es posible reducir el manejo de aplicación de agroquímicos con un correcto tratamiento de suelos más dinámicos.

“Nosotros queremos empezar a transferir nuestros conocimientos, generados en el laboratorio de la Universidad a los productores, de una manera más aplicada, a través de charlas, capacitaciones, tanto teóricas como en el campo y enseñarles a fabricar sus propios bioinsumos. Queremos demostrarles que con los tratamientos orgánicos pueden obtener mayor rendimiento en calibre de fruto, en aumento de capacidad antioxidante o mayor contenido de vitamina c, por ejemplo, entre otros. El proyecto da financiamiento para 8 agricultores, y los seleccionaremos con distintos perfiles para hacer estadísticas y validar los resultados según las diferentes características de sus suelos”, agregó Carvajal.

“Toda la base científica de este proyecto surge de los conocimientos que hemos adquirido en los laboratorios de la Universidad, específicamente en Biotecnología Microbiológica. Sin la Universidad y sin la posibilidad de poder generar resultados y estudios previos, este proyecto no se hubiese podido llevar a cabo. Como USM debemos comenzar a abrirnos cada vez más a estudios con impacto social que pueden tener algún área de desarrollo, en este caso la microbiología, y en ese sentido el apoyo de la Universidad es vital”, concluyó la Directora Marcela Carvajal.

Apoyo del Gobierno Regional

El lanzamiento del proyecto se realizará en enero del 2019 y tendrá una ejecución de 24 meses. El Presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Consejo Regional de Valparaíso, Ricardo Aliaga, señaló que “este proyecto que presenta la Universidad Técnica Federico Santa María nos encantó desde el principio, ya que mucho se habla del tema orgánico pero no ha sido tratado. Mientras existan más actores que quieran transferir sus conocimientos para el cuidado de los suelos, trabajar de manera más orgánica, y sobre todo con un producto como el tomate, que se da mucho en esta Región, especialmente en las provincias de Quillota y Marga Marga, donde somos una zona hortofrutícola. El nivel de la USM no se discute y esperemos que este proyecto cumpla sus objetivos y se puedan adquirir nuevos conocimientos para los agricultores”.

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