Con estudio de algas investigadora UPLA aportará nuevo conocimiento sobre cambio climático antártico

Con el objetivo de evaluar la resistencia de las algas marinas frente al aumento de radiación solar y temperatura de la Antártica, la doctora en Ciencias del Mar del Laboratorio de Investigación Ambiental Costera de la Universidad de Playa Ancha (LACER-UPLA), Paula Celis-Plá, se adjudicó un proyecto regular financiado por el Instituto Antártico Chileno (INACH).

Se trata de la segunda iniciativa que gana esta casa de estudios para realizar investigación en el Continente Blanco, específicamente, en la línea que estudia el cambio climático antártico, lo cual permitirá contribuir con información científica que no se ha trabajado aún.

La Dra. Celis-Plá dirigirá un equipo multidisciplinario de especialistas procedentes de LACER-UPLA y de las universidades de Valparaíso, de Magallanes, Austral de Chile, Málaga de España y de Plymouth del Reino Unido. Juntos buscarán respuestas bioquímicas de tres grupos de macroalgas -verdes, pardas y rojas, entre las que se cuentan algunas endémicas del territorio antártico- frente al estrés que les producen el aumento de las temperaturas y el exceso de radiación ultravioleta.

“Esta información es vital para conocer cómo se comportarán las algas en escenarios futuros de cambio climático, sobre todo en las respuestas fotoprotectoras  frente a los aumentos de temperatura en el agua y radiación solar. Sabemos que las predicciones del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático proyectan un incremento de la temperatura global y con ello un aumento en la temperatura de la superficie del océano”, explicó la investigadora.

El proyecto proporcionará nuevos conocimientos específicos sobre cómo las algas resisten ahora y potencialmente en el futuro, ante el alza de la radiación ultravioleta y la temperatura, producto del cambio climático en la Antártica. Dicha información es de suma relevancia considerando que las algas son productores primarios, es decir, conforman la primera línea de la cadena trófica, y proveen de refugio y alimento para otras especies de otros niveles de la organización.

Agregó la Dra. Celis-Plá que “si las algas se ven perjudicadas, el resto de las especies que continúan en la cadena trófica también se verán afectadas, por lo que su deterioro genera un alto impacto a nivel ecológico. Si en ellas se manifiesta un decrecimiento o retroceso, habrá un perjuicio directo en las otras poblaciones de animales marinos”.

La selección de las especies de algas Adenocystis utricularis (pardas), Monostroma hariotii (verde) y Pyropia endiviifolia, Iridaea cordata y Gigartina skotbergii (rojas), se debe a su importancia ecológica como especies clave para el mantenimiento del equilibrio en el ecosistema intermareal de la península Antártica.

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