Chile y Argentina proponen una nueva Área Marina Protegida en la península Antártica

A mediados de octubre, en la ciudad de Hobart, Australia, se llevó a cabo la 37.a reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA). En esta instancia, Chile y Argentina presentaron una propuesta binacional para la creación de una nueva Área Marina Protegida (AMP) en la Antártica en el denominado Dominio 1 (oeste de la península Antártica y sur del Arco de Scotia), propuesta que recibió el apoyo de gran parte de los países miembros de la convención, pero que finalmente no logró el consenso de todos los miembros para su creación.

El Dr. César Cárdenas, investigador del Instituto Antártico Chileno (INACH) y representante científico chileno ante la CCRVMA, señala que lo presentado en la última reunión es lo que se ha venido trabajando desde hace más de un año entre investigadores de ambos países y que se seguirá trabajando para que la propuesta llegue a buen puerto.

¿En qué consiste esta creación de un AMP?

César Cárdenas (CC): Esta propuesta, a diferencia de la presentada en 2017, está compuesta por tres tipos de áreas: áreas de protección general, áreas de investigación científica sobre kril y áreas de pesquería de protección especial.

Las áreas de protección general son áreas dentro del dominio en las que no se puede realizar pesca comercial de ningún tipo. Además, están las nuevas áreas creadas que son de investigación de kril, cuyo objetivo es efectuar investigación que apunte a comprender el comportamiento de este y el potencial efecto de la pesquería sobre el kril y los organismos dependientes de este. En estas áreas se permitiría la pesca de kril con fines científicos, bajo un determinado límite de captura, para entender los efectos de estas actividades sobre el ecosistema y, a la vez, compararlas con áreas de referencias en donde no existirán actividades extractivas.

Finalmente, están las áreas especiales de manejo pesquero, que buscan no solo la mitigación del potencial impacto de la pesca, sino también la protección de objetivos bentónicos representativos y específicos. En esta última se puede pescar kril, de acuerdo a las medidas de conservación adoptadas por la Comisión, con un límite de profundidad de 250 metros. Es importante recalcar que actualmente la pesquería del kril ya está regulada por la comisión bajo un enfoque ecosistémico, en donde existen límites de captura anual divididas por subáreas.

¿Por qué crear un AMP?

CC: En el año 2012 Chile y Argentina vieron la necesidad de este trabajo. Ya existía un acuerdo previo de la Comisión para establecer una red de AMP. A partir de ese año ambos países comenzaron a trabajar en esta AMP y de alguna manera llevar el liderazgo y establecer un régimen de protección adicional en la zona de la Península.

Hoy sabemos que la Península es una de las zonas del planeta que está siendo más afectada por el cambio climático. Podemos ver los incrementos de precipitaciones, alzas de temperatura del agua, derretimiento de hielo, es decir, un área que está y seguirá cambiando y que, por tanto, afectará los recursos y el ecosistema marino en general.

No debemos olvidar que la península Antártica es un espacio que tiene mucha actividad humana, tanto a través de la pesca como por el gran número de estaciones científicas, además del aumento del turismo en los últimos años.

¿En qué etapa está la propuesta binacional?

CC: Una de las cosas que se está afinando es la manera cómo se maneja la pesquería en esa zona, a través de un sistema interactivo o de retroalimentación (feedback management). Sin embargo, en este tema es importante subrayar que muchas de las decisiones no dependen de la propuesta en sí, sino que es parte de una de las grandes discusiones actuales en la CCRVMA, lo cual se ha discutido en los últimos años y sobre la que se deben tomar algunas decisiones en el próximo año acerca de cómo hacer del manejo de la pesquería de kril algo interactivo.

El 2019 se celebrarán una serie de talleres y las reuniones anuales del comité científico discutirán los temas que proporcionarán nuevas herramientas, las que deberían ser incorporadas a la propuesta del próximo año. Sin duda, estas discusiones y las decisiones que tome la Comisión serán claves para mejorar la actual propuesta. En ese sentido creemos que las áreas de investigación de kril pueden ser una herramienta clave para informar a la comisión de cómo mejorar el manejo de la pesquería.

¿Cómo se ve esta propuesta por el resto de los miembros?

CC: La gran mayoría de los miembros de la comisión apoyaron la propuesta y reconocieron el gran trabajo desarrollado. A su vez, ellos ven que está basado en la mejor ciencia disponible y destacan la seriedad y trasparencia como se ha desarrollado. Debemos decir que la gran mayoría está abierta y muchos de ellos se encuentran colaborando también con la propuesta a través del grupo de expertos.

¿Cómo relacionamos el próximo censo de kril y la nueva presentación de esta propuesta?

CC: Al momento de presentar nuevamente la propuesta podríamos tener algún tipo de información acerca del censo de kril, pero sería muy preliminar, dado el gran volumen de datos que se van a tomar.

El proceso de trabajo conjunto entre Chile y Argentina comenzó el año 2012, donde se efectuaron los primeros talleres del Dominio 1. El director del INACH, Dr. Marcelo Leppe, agrega que la protección de los ambientes antárticos y principalmente los mares circundantes es una de las tareas prioritarias de la humanidad. “El Continente Blanco y este sector principalmente es uno de los lugares que más rápidamente se encuentra variando en los escenarios de cambio climático global. Chile y Argentina han hecho un esfuerzo diplomático y científico conformando equipos de alto nivel que han permitido realizar esta propuesta de Áreas Marinas Protegidas a la CCRVMA”..

El titular del INACH apunta que Chile, Argentina y otras naciones que se han sumado a esta iniciativa, se han comprometido a seguir adelante afinando todos los aspectos científicos que refuercen la presentación final.

El Área Marina Protegida propuesta comprende tres zonas:

1. La Zona de Protección General (GPZ), diseñada para la protección representativa de los diferentes hábitats y biorregiones. Aquí puede realizarse pesca de investigación dentro de ciertos límites.

2. La Zona de Investigación de la Pesquería del Kril (KFRZ), que busca contribuir a la protección representativa y específica de objetivos de protección bentónicos y servir como área de referencia científica. Los miembros de la CCRVMA podrán realizar pesca de kril dentro de ciertos límites de captura.

3. La Zona Especial de Manejo Pesquero (SFMZ), que busca la protección representativa de objetivos bentónicos específicos y la mitigación del potencial impacto de la pesca. En esta zona, los miembros de la CCRVMA podrán realizar pesca de kril bajo los límites de captura determinados por la Comisión.

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