Sólo el 10 % de los cipreses de la cordillera que alberga el Santuario de la Naturaleza Serranía El Ciprés, en el cerro Tabaco, resultaron dañados tras el gran incendio forestal que afectó la semana pasada a la comuna de San Felipe, específicamente a la localidad de El Asiento. De este porcentaje, el 50 % podría ser recuperado a través de la reproducción de esquejes y la estimulación con fitohormonas, entre otras técnicas.
Así lo confirmó el equipo multidisciplinario que conformó la Corporación Nacional Forestal (CONAF), luego de recorrer las 721 hectáreas siniestradas del entorno protegido, junto a representantes de otros organismos del Estado (Agricultura, Medio Ambiente, Consejo de Monumentos Nacionales, Servicio Agrícola y Ganadero y Gobernación de San Felipe) y de la Comunidad Agrícola Serranía del Asiento.
Al respecto, el director regional (s) de la institución forestal, Leonardo Möder, manifestó que “según el informe de los expertos que subieron (al cerro Tabaco), que hicieron un recuento acucioso y detallado, serían 43 los cipreses que sufrieron quemaduras. La masa completa de este bosque de relicto son aproximadamente 450 cipreses, por lo cual estamos hablando de un 10 % afectado”.
“Aunque alguien podría pensar que el 90% está sano, el daño igual es grave y hay que coordinarse con todas las autoridades, todos los servicios y la comunidad dueña de los terrenos para poder hacer un plan de restauración. En ese aspecto, como servicio, hemos puesto a disposición toda la experiencia de nuestros profesionales que ya han practicado y ejecutado restauraciones activas en otras áreas silvestres protegidas”, agregó.
En esa línea, la doctora en biología y encargada de la Sección de Conservación de la Diversidad Biológica de CONAF Región del Libertador Bernardo O’Higgins, Marcia Ricci, quien visitó la zona siniestrada, aseveró que existen tres etapas para la recuperación del Santuario de la Naturaleza Serranía El Ciprés, las cuales son “inmediatas y posibles de hacer técnicamente”.
Según explicó, la primera es la retención del suelo, por ejemplo, haciendo zanjas de escorrentía; la segunda, recuperar a los ejemplares arbóreos que no resultaron calcinados en su totalidad; y la tercera, hacer esquejes y propagar estas especies del lugar en vivero, con el objetivo de conservar su germoplasma.
Para restaurar los cipreses de la cordillera en particular, Ricci recomendó disminuir su “masa foliar, hacer tazas para mejorar su captura de agua y hacer propagación de cada uno de estos individuos en el vivero de la Reserva Nacional Lago Peñuelas”.
Respecto a la posibilidad de utilizar el germoplasma de esta especie que posee el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar, la experta expuso que es factible, pero advirtió que “es importante que nosotros podamos certificar que proviene del lugar (Santuario de la Naturaleza Serranía El Ciprés)”, para lo cual “también existen técnicas de genética molecular”.
Cabe recordar que el incendio forestal que afectó la semana pasada a la comuna de San Felipe, consumió una superficie de 745 hectáreas de vegetación en la localidad de El Asiento, de las cuales 721 correspondieron al mencionado entorno protegido.