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El miércoles 16 de marzo de 2016 brigadistas de incendios de CONAF de la unidad Palma 11 de la provincia de San Antonio, llamaron al Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre del Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio, ya que habían encontrado un ejemplar de zorro Chilla (Lycalopex griseus), en la localidad de Malvilla, el que estaba gravemente herido en su cuello por la acción de un huachi o lazo de captura de cazadores furtivos.
El ejemplar era un macho juvenil y efectivamente presentaba una gran herida cortante en alrededor de casi el 70 % de su cuello y que la acción del lazo había ya cortado gran parte de la piel y la musculatura de su cuello. Lo más grave es que se detectó que su tráquea está casi completamente cortada y casi separada faltando incluso un trozo de ella. Además, presenta necrosis de la herida por lo que hubo y debe mantener limpieza de la herida unas tres veces al día.
El ejemplar una vez retirado el huachi de su cuello, estabilizado y atendido de primeros auxilios el ejemplar comenzó a ser atendido por el medico veterinario Jorge Castro, en conjunto con los profesionales del Centro de Rescate.
Se realizaron varios intentos de unir la tráquea, sedando al ejemplar, sin embargo no fue posible por lo tanto en los próximos días y esperando que la herida sane un poco será sometido a una operación por un especialista en Santiago en la Universidad de Chile, pues se debe separar la traque para volver a unirla.
José Luis Brito Montero,especialista en fauna Silvestre, dijo que es una de tantas consecuencias del uso de esta mortal trampa utilizada para cazar conejos en Chile y que no es discriminatoria con ninguna especie muriendo cada año en forma horrible cruel, no solo conejos, también zorros, pumas, quiques, chunguees, gatos guiñas, e incluso aves rapaces que se acercan a comer los cadáveres. En lagunas ocasiones los animales mueren con cruentas heridas y de mucho dolor después de varios días de atrapados en ellas. Brito señaló que «hemos visto zorros morderse sus manos o patas para zafarse del lazo y termina amputándose sus extremidades, también me ha tocado ver una Chingue embarazada que trato de hacer hoyos para huir y mientras más tiraba más se apretaba el huachi en su vientre hasta que la encontramos muerta».
En otras ocasiones, los cazadores ilegales al sorprender a un predador en los lazos en vez de soltarlo lo ultiman a palos o con sus perros por considerarlos una competencia por lo conejos o por ignorancia o simplemente por maldad. El Estado de Chile, a través del SAG, debiera prohibir estas crueles trampas para la fauna silvestre, señaló José Luis Brito.
Por ahora se espera que se recupere un poco más para poder someterlo a la operación y poder liberarlo algún día en su medio natural para entregarle una segunda oportunidad.
