«Las calles hoy son un completo desastre, llenas de hoyos, sin demarcaciones, con mínimas diferencias entre las veredas y las vías y lo peor, estamos completamente atados de manos para entregar una solución», con estas palabras el presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial, Manuel Millones, describe la realidad que se vive en relación a las conservación de las calles en la Región de Valparaíso y todo el país.
Fue el año 2004, cuando el entonces Presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar, decidió quitar a los Servicios de Vivienda y Urbanismo (SERVIU) la responsabilidad de la mantención y arreglo de las vías, además se eliminaron las plantas asfalteras con las cuales contaba el Ministerio y se traspasó toda la función a los gobiernos regionales. No obstante, dicha Ley no estableció fondos para hacerse cargo de la conservación ni tampoco la capacidad de contar con equipos técnicos para resolver el conflicto. Vale decir, es prácticamente imposible realizar bacheos o arreglos de las calles, sumado a que administrativamente tampoco se pueden ocupar dineros de otros items para cumplir con la misión.
«Ha sido la norma más absurda que se haya podido tomar y pese al paso de los años nadie se atreve a resolver este problema y solo vemos como las calles siguen empeorando. Es de sentido común que la unidad más capacitada para realizar la mantención de las calles es Serviu y no el GORE. Por lo mismo Exigimos al Gobierno que devuelva dichas competencias a Vivienda para solucionar de una vez por todas este tema, porque de verdad el pésimo estado de las calles es un riesgo enorme para los automovilistas en caso de accidentes e incluso para peatones», agregó Millones.
El Consejero Regional además señaló que ha sostenido conversaciones con el Director Serviu Región de Valparaíso, Tomás Ochoa y con el Intendente, Jorge Martínez, para elaborar un plan global de conservación con el financiamiento de los fondos FAR, partiendo con un piloto en algunas comunas de las siete provincias de la zona: Viña del Mar, Valparaíso, San Antonio, Quilpué, Quillota, San Felipe, Los Andes y La Ligua.
Esta fórmula permitiría que Serviu elabore el proyecto y ellos mismos lo ejecuten o liciten, de modo de asegurar la calidad de los trabajos. En el caso de Viña del Mar, las áreas más críticas son el centro de la cuidad, fundamentalmente los orientes y sectores como Miraflores y Nueva Aurora, entre otros barrios. En Valparaíso, la situación es más compleja prácticamente en todo el plan de la ciudad y algunos accesos a los cerros.
Actualmente la Región de Valparaíso ostenta el último lugar en conservación de vialidad urbana a lo largo de Chile, por lo que se requiere una intervención inmediata, sumar presupuestos desde el Ministerio de Vivienda y solicitar la colaboración de MOP, a través de vialidad, pues ellos cuentan con plantas, maquinarias y las competencias para hacer bacheos, tanto en zonas urbanas como rurales.