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Bajo un ambiente muy acogedor y de mucha alegría, se vivió en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de San Antonio un nuevo encuentro protegido del programa Abriendo Caminos. Esta política pública, liderada por el ministerio de Desarrollo Social y Familia, tiene por objetivo generar acciones de prevención y reparación en las condiciones de desarrollo de niños y adolescentes que tienen un adulto significativo privado de libertad.
El Centro de Apoyo al Niño y la Familia, organización a cargo de ejecutar el programa, concurrió hasta el recinto penal junto a ocho profesionales, los cuales realizaron actividades lúdicas propias de este encuentro recreativo que significó en total que 15 internos recibieran la visita de 27 menores.
En representación del Gobierno a esta importante iniciativa asistieron la Gobernadora Provincial, Gabriela Alcalde y el Seremi de Desarrollo Social y Familia, Ricardo Figueroa, quienes fueron recibidos por el Director Regional de Gendarmería, coronel Alejandro Troncoso y el alcaide del penal, coronel Manuel Palacios.
Respecto a los avances que ha tenido este programa, la gobernadora sostuvo que “Como Gobierno tenemos una política prioritaria con los niños y sus familias, ya que ésas últimas son fundamentales en el crecimiento emocional y psicológico. Quiero aprovechar de destacar el trabajo mancomunado que realiza el Centro de Apoyo al Niño y la Familia, el centro Penitenciario de San Antonio y el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, ya que contribuyen con un trabajo muy profesional, dedicado y sensible, que impacta directamente en la felicidad”.
En la misma línea, el Seremi de Desarrollo Social y Familia resaltó el valor que tiene el generar estos espacios de encuentro, sobre todo por las condiciones adversas que enfrentan familiarmente estos niños y adolescentes. “Lo más importante para nosotros como ministerio es la familia. Estos niños están en una condición vulnerable, por lo tanto debemos apoyar a quienes los están cuidando, y también a los adultos significativos que están privados de libertad, de modo que se les permita tener el espacio de comunicación y de integración que necesitan para valorar las relaciones afectivas, y romper la cadena de un ejemplo que afecte sus vidas a futuro”.
El programa nació en el año 2008 y desde 2012 se ejecuta en todo el país. Contempla una intervención de 24 meses, tanto con los niños como con sus cuidadores principales. En la región de Valparaíso, la primera ejecución se realizó el año 2011 en calidad de piloto y en la actualidad, beneficia a 250 menores.
