Como parte de las múltiples inversiones que ENAP ha estado realizando para alcanzar estándares de excelencia en sus operaciones y minimizar sus efectos en el medio ambiente, la empresa culminó la instalación de una moderna tecnología para garantizar el funcionamiento seguro y eficiente de red de oleoductos entre Refinería Aconcagua y Terminal Quintero.
Se trata de una herramienta de punta para el monitoreo constante de la integridad de los ductos y la detección temprana de fugas, que responde a los estándares que usan las más importantes industrias de minería, petróleo y gas a nivel mundial.
“Esta inversión nos permite contar con un sistema de monitoreo en línea más confiable y seguro en la red de oleoductos que unen a Refinería Aconcagua con el Terminal Marítimo de Quintero. Es una solución tecnológica robusta, moderna, probada a nivel mundial, que detecta y ubica en tiempo real posibles fugas en el sistema, para que sean atendidas de manera adecuada y oportuna”, destaca Elizabeth Rivero, jefa de la División Aplicaciones de ENAP Refinería Aconcagua.
Con este fin, ENAP implementó el sistema de marca ATMOS, empresa británica que es utilizada por las mayores compañías de petróleo y gas a nivel mundial, como BP, Shell, ExxonMobil, Dow Chemical o Petrobras, y que en Chile también han implementado algunas empresas mineras.
Patricio Carvajal, ingeniero de esta división, explica que “esta herramienta tecnológica cuenta con sensores que miden en tiempo real variables como la presión, temperatura, flujo y densidad, con una alta frecuencia de datos, que a su vez son analizados por la aplicación y proporciona información permanente a los operadores de las pantallas de control TDC en Refinería Aconcagua y el Terminal Marítimo. Cuenta además con el soporte técnico de Atmos disponible durante todo el tiempo sin interrupción”.
Este producto permite una detección de fugas de manera temprana y en tiempo real, más eficaz y eficiente que otros métodos, señalando el lugar de la fuga y la magnitud, lo que permitiría reducir el efecto en el medio ambiente en caso de producirse,
El proyecto se implementó en dos etapas. En el año 2017, concluyó la instalación en los oleoductos de 8 y 10 pulgadas de diámetro, y en estos días finalizó en los ductos de 12 y 24 pulgadas.
“Esta es una herramienta que ha tenido una muy buena recepción en los operadores, porque es muy efectiva y útil para su labor”, destaca Elizabeth Rivero.
La iniciativa se materializó en un trabajo conjunto de las divisiones Aplicaciones, Ingeniería y Construcción del departamento de Ingeniería, además de la división de Electricidad, Instrumentación y Electrónica de Mantención y de Operaciones. En tanto, además de la empresa norteamericana Atmos, también se contó con la participación de las empresas Flexim y la suiza Endress+Hauser.