Investigadores del Sernageomin estudian volcanes antárticos y su relación con Sudamérica

“Reconstrucción temporal de los eventos volcánicos en el rift de la zona de Larsen y Bransfield”, ese es el nombre del proyecto liderado por el geólogo Dr. Luis Lara Pulgar, que lo llevó junto al también experto Gabriel Orozco Lanfranco, doctorante de la Universidad de Concepción, hasta diferentes puntos de las islas Shetland del Sur y la península Antártica para estudiar el comportamiento de los volcanes antárticos, su creación y su reciente relación con el continente. Los investigadores, en el marco de un proyecto liderado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), llegaron hasta el Continente Blanco como parte de la LVI Expedición Científica Antártica (ECA 56) que cada año lleva a cabo el Instituto Antártico Chileno (INACH).

Gracias al apoyo del buque AP-41 Aquiles de la Armada de Chile, los científicos pudieron recorrer diferentes puntos, entre los cuales se encuentran el volcán Paulet y el cabo Purvis, en el llamado Canal Antártico, hacia el sur de la Península. Acompañamos al Dr. Lara hasta la isla Paulet, en donde mediante un vuelo en helicóptero de 20 minutos aproximadamente desde el buque, pudimos llegar hasta la parte alta de la isla, un volcán que en su base mantiene a una gran colonia de pingüinos adelia.

“Buscamos entender qué relación existe entre estas dos cadenas volcánicas (Bransfield y Larsen), si se iniciaron al mismo tiempo y qué procesos intervienen en la generación del volcanismo en esos lugares”, comenta Lara. Además, el profesional del Sernageomin apuntó que existen más teorías acerca del volcanismo en las islas Shetland del Sur, pero no existe una explicación muy completa sobre el origen del volcanismo más al sur de estas islas.

Mientras conversamos con él, solo se escucha el graznar de los miles de pingüinos y una muy pequeña brisa choca con los rojizos e inestables suelos volcánicos, los que por momentos hacen dificultoso el caminar.

“Nosotros proponemos estudiar los episodios volcánicos del Cuaternario, pero con énfasis en aquellos que preceden al volcanismo más reciente o que forman el basamento de los volcanes activos, usando una técnica de datación radiométrica de alta resolución. Nos interesa, además, saber más sobre esta cadena de volcanes más al sur de las Shetlands, ya que es una cadena que tiene varios centros volcánicos y que tiene actividad aparentemente muy reciente, en gran parte desarrollada en contacto con el hielo. Debemos esperar algunos meses para tener resultados, pero el volcán Paulet tiene la apariencia de registrar, al menos, un evento tardío que podría haber ocurrido incluso en los últimos siglos”, afirma Lara.

El geólogo argumenta y subraya que algo que les interesa determinar es la edad y características geoquímicas de los primeros episodios volcánicos que iniciaron la construcción de esos volcanes, que según Lara pareciera reciente y algo más tardío que el cese de la expansión en la dorsal de Phoenix, generalmente invocado como primera causa del volcanismo moderno en la región.

“Las muestras que extrajimos de la isla Paulet son rocas volcánicas, principalmente lavas basálticas que cubren a la secuencia de contacto con hielo, además bombas volcánicas del cono superior. En efecto, esta isla tiene un cono superior doble con rocas rojizas que tienen la apariencia de ser relativamente recientes. En cambio, en cabo Purvis no se ve eso, ya que es una meseta de roca volcánica que tiene el hielo encima, pero no hay vestigio de actividad reciente. Ambos sectores serían equivalentes, es decir, iniciaron al mismo tiempo como formación volcánica, pero el volcán Paulet habría continuado su actividad hasta los últimos siglos. Esperamos que las muestras sean geológicamente jóvenes, en el rango menor a 200.000 años”, dice el geólogo.

El aporte de la geología antártica en un país sísmico

“El volcanismo en esta zona, en términos generales, obedece a procesos diferentes a los que producen el volcanismo en el continente. Nos interesa mucho poder saber cómo funciona y las cosas que suceden en esta parte de la Tierra. Por ejemplo, a diferencia del volcanismo andino del Cuaternario, la generación de magma en esta región no obedece al proceso de subducción. Por otra parte, una porción significativa del volcanismo en la Antártica ha ocurrido bajo el agua y/o en contacto con hielo, lo que imprime características diferentes. Esta investigación nos ayudará a entender cómo funciona el volcanismo en general y así poder hacer pronósticos del comportamiento que pueden tener otros volcanes en distintas regiones, particularmente aquellos de los Andes del Sur y Andes Australes. Hay que desarrollar una comprensión global de los procesos y este sector de la Antártica es una suerte de laboratorio natural en donde suceden cosas que se pueden estudiar y de ese modo comprender cómo se formaron los volcanes de esta zona y extrapolar ese conocimiento a otra regiones de Sudamérica donde existe mayor población”, dice el investigador.

Mientras extrae rocas del volcán, el Dr. Lara comenta que las muestras tomadas en suelo antártico primero son molidas, limpiadas y preparadas para análisis. Luego de este proceso, son enviadas a un laboratorio para determinar su composición química. La etapa más compleja es la datación radiométrica mediante un método llamado 40Ar/39Ar, que se inicia con la irradiación de la muestra durante varias horas en un reactor nuclear para que, después de un tiempo de reposo de varios meses, sea analizada en un espectrómetro de masas que mide la cantidad precisa de isótopos radiogénicos.

En esta primera campaña en terreno, los científicos extrajeron muestras de rocas desde isla Decepción, cabo Purvis e isla Paulet.

Ya está cayendo la noche en isla Paulet, los colores rojizos del sol se reflejan en algunos témpanos, mientras una luna anaranjada se aprecia por el sector de cabo Purvis. Llega el helicóptero naval del Aquiles y regresamos al buque en un vuelo nocturno por el Continente Blanco.

Lara subraya que es de suma importancia que investigadores de servicios nacionales, institutos y universidades se interesen en hacer geología de la Antártica. “En particular, creo que es fundamental que una institución pública que levanta la cartografía geológica del territorio nacional se interese en la Antártica. Lo básico para entender una serie de procesos relacionados es conocer la constitución geológica del territorio. Qué rocas hay, qué procesos determinaron la configuración de su relieve actual, etc. Las dificultades que impone el trabajo en la Antártica toman su tiempo, pero las campañas organizadas por INACH brindan una oportunidad inmejorable para iniciar un trabajo sistemático”, concluye.

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