A partir de la segunda quincena de junio, los psicólogos que forman parte del equipo de académicos de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y los estudiantes de los tres últimos años de la carrera se capacitarán en lengua señas, constituyendo un plan piloto que, posteriormente, se replicará en todo el país.
Así lo informó la académica Lillian Pérez, quien además es la representante del Colegio de Psicólogos de Chile en la Región de Valparaíso. La académica precisó que el objetivo es entregar las herramientas necesarias para que los psicólogos puedan atender y realizar terapias a personas con discapacidad auditiva.
“El objetivo de esta capacitación es que, fundamentalmente, los estudiantes de Psicología aprendan lengua de señas para que puedan realizar atención clínica a usuarios sordos en el lenguaje propio de ellos. Y también la idea es que desarrollen esta habilidad comunicativa, porque actualmente no hay profesionales psicólogos con formación en lengua de señas, con términos propios de la disciplina. Por lo tanto, no se está dando una atención adecuada a este tipo de personas. De ahí la iniciativa de partir con los alumnos de Psicología y ofrecerles también (la posibilidad) a los profesores psicólogos de la universidad que les interese capacitarse”, sostuvo Lillian Pérez, quien destacó el compromiso de esta casa de estudios en generar acciones para potenciar la vinculación con el medio.
Agregó que este curso es el resultado de un convenio que suscribió el Colegio de Psicólogos de Chile de la Región de Valparaíso con la Asociación de Sordos de Marga Marga, cuya experiencia piloto se desarrollará en la Universidad de Playa Ancha, para posteriormente ampliarla a todo el país.
La profesional comentó que, a nivel nacional, la comunidad sorda alcanza aproximadamente a 600 mil personas, quienes además de estar en cuarentena, luchan desde antes contra el abandono en que están, porque no logran comunicarse cuando requieren un servicio, ya sea en el ámbito de la salud mental u otro.
“Es importante tomar conciencia del estado de las personas sordas en cuanto al abandono y a la soledad que puedan sentir. En el caso puntual de la salud mental, donde se hacen terapia, generalmente media un familiar, justamente un intérprete. Sin embargo, muchas veces ellos se sienten vulnerados, porque no pueden contar qué es lo que están sintiendo por vergüenza, por temor, porque muchas veces, la violencia es ejercida por el que hace de intérprete. De ahí la necesidad de que los profesionales del área de salud mental generemos un vínculo y un estado de comunicación que sea directo con la persona sorda, donde se pueda establecer una relación de dos, donde él se sienta con la confianza y tranquilidad de ser entendido”, dijo la profesional.
No más Intérpretes
Jazmín Lorca, presidenta de la Agrupación de Sordos de Marga Marga, comentó que esta capacitación es un gran desafío y, a la vez, una oportunidad muy valiosa para las personas que no escuchan o tienen muy baja capacidad auditiva, puesto que podrán prescindir de un intérprete o un mediador para lograr comunicarse con el psicólogo. En otras palabras -precisó-, esto significa que podrán desarrollar una mejor autonomía e independencia para expresar sus opiniones y emociones en las terapias, lo que será gratificante para ellos.
“Entonces, que la persona se dé cuenta que puede tener una terapia psicológica de manera privada, con la independencia de poder expresarse, poder decir su opinión y que se entienda con total transparencia, permitirá tener una relación directa entre el profesional y la persona sorda, sin un intermediario o mediador. Entonces, eso es una gran herramienta, porque además se apoyan en el oralismo, la lengua de señas, el pictograma y se le va a permitir tener una evaluación con un diagnóstico adecuado, con absoluta certeza de cuáles son los verdaderos problemas que tienen las personas sordas con respecto a su psicología”, dijo Jazmín Lorca quien, a pesar de su sordera, aprendió a hablar sin dificultad.