Por Christian Cárdenas:
Suena repetidamente caótico escuchar que estamos viviendo la pandemia más compleja de la historia, esto, con todas las implicancias para la cotidianeidad, economía, vida laboral, salud, educación, etc.
Reflexionando en este sentido respecto de la educación, vemos con preocupación las grandes inquietudes de la comunidad, respecto si hay retorno, y si hay, ¿cuándo será? y ¿cómo será.?
Si nos remitimos a los lineamientos y directrices Mineduc vemos un plan propuesto “paso a paso», el cual se cimienta en cuatro pilares fundamentales que son la seguridad, flexibilidad, recuperación de los aprendizajes y contención emocional.
Hasta la fecha este plan ha tenido varias actualizaciones, en donde se plantean cosas como kits sanitarios o que los niños y niñas tendrán que llevar dos pares de zapatos cada día, según los protocolos de sanitación, etc.
Las orientaciones dan la posibilidad a los sostenedores de crear sus planes de retorno, según realidad contextual, según lo estime cada comunidad, siempre salvaguardando la entrega de contenidos.
El tema que se pierde de vista, entre tanto protocolo y adquisición de kits, es si los padres están dispuestos a enviar a sus hijos e hijas a la escuela.
Durante mi trabajo de terreno y revisión de redes, pareciera que la mayoría de las familias optarían por No enviar a sus hijos e hijas a clases. Algunas madres me han dicho “prefiero que mi hija pierda un año, pero no la vida”.
Así mismo una profesora de trayectoria me señala “debemos comprender que la educación no es un año, sino 12 más el preescolar, por lo que el curriculum actual permite progresivamente ir avanzando y profundizando, lo que no se vio ayer se puede ver mañana”.
Es por ello por lo que podríamos decir que no se ha perdido un año, se ha ganado en otros aprendizajes, sociales, familiares, como también lo hemos vivido los adultos.
En lo personal, creo que un kit sanitario no marcará el punto de retorno, pero si se podrían dar garantías a los apoderados de invertir el dinero destinado para estos fines, como la SEP ( subvención escolar preferencial ) y FAEP ( fondo de apoyo a la educación pública), estas inversiones deben ir encaminadas en la adquisición de herramientas más al largo plazo como purificadores de aire, apoyos de enfermeros y enfermeras que enseñen a los niños y niñas a convivir en pandemia , porque será necesario afrontar este gran tema como comunidad .
Se vuelve necesario entender que la mixtura de la vía presencial y la vía remota u on line, será una realidad para implementar y por tanto se debe invertir en computadores, internet, para entregar a los estudiantes, y acercar la escuela a los contextos vulnerabilidad de algunos de los estudiantes para reforzar apoyos en dichos casos.
Actualmente el Mineduc implementa el programa “estamos a tiempo”, donde en sesenta días los estudiantes que no han tenido acceso a la vía remota tengan acceso a “pasar el año» y no “perderlo”.
Creo que el gran desafío para las autoridades de la educación publica es oír a los apoderados y apoderadas con las garantías de posibilitar un retorno de sus hijos e hijas y también oír siempre a los estudiantes, los últimos años nos evidenciado que dejarlos fuera del debate, es tremendamente injusto, por que estamos al servicio de ellos.
Para finalizar veo con mucha admiración a quienes cursan el cuarto medio este año. Para ellos el año ha tenido mucha incertidumbre y también invitar a los y las estudiantes a no abandonar la escuela, aunque a veces se vuelva complicada, la buena educación nos invita y permite ser mejores seres humanos.