Este viernes se iniciará la última etapa de uno de los proyectos más emblemáticos de la gestión de la alcaldesa Maité Larrondo Laborde: la entrega de viviendas a 86 familias de la Población 28 de Marzo, quienes por más de 50 años habitaron en los faldeos del cerro.
El largo proceso se inició el año 2000 cuando la actual jefa comunal sostuvo decenas de reuniones con los habitantes de este lugar, quienes le manifestaban los innumerables inconvenientes que sufrían para vivir allí. El esfuerzo de subir y bajar por las laderas, el riesgo de cruzar la Ruta 60-CH, el traslado de los enfermos y los difuntos, y la nula posibilidad de que, ante una emergencia, los equipos de Bomberos, Consultorio y Carabineros accedieran a las casas.
Si bien, con los años fue inaugurada una pasarela peatonal sobre la ruta 60-CH, esta estructura no resolvió los problemas de fondo de la comunidad, por lo que el proyecto social para cambiar de ubicación la población continuó desarrollándose por parte de la Municipalidad de La Cruz, la Fundación Techo y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Es importante mencionar que el nombre de la población rememora el 28 de Marzo de 1965, día en que un fuerte terremoto grado 7 en la Escala de Mercalli sacudió la zona central de Chile destruyendo las casas más deterioradas y viejas de La Cruz. El mismo movimiento telúrico que provocó la llamada Tragedia del Cobre, en la comuna de Nogales.
Fue entonces cuando el crucino Juanario Pulgar Santibáñez decidió lotear la parte del cerro de la que era propietario y ayudar a las familias damnificadas, dando origen a uno de los asentamientos humanos más tradicionales de la comuna, con casas enclavadas en el cerro y puentes improvisados sobre los canales Waddington y Serrano.
Desde entonces pasó más de medio siglo, período en que las autoridades locales buscaron pocas y nulas soluciones. E incluso planteamientos muy singulares, como urbanizar la población, pavimentar el cerro y hasta estudiar la instalación de un funicular.
Pero lo más concreto se realizó inicialmente a través del programa “Chile Barrio”, proyectando el traslado de las familias hacia el plan de la ciudad.
Con 86 familias organizadas, hace dos años el Comité de Vivienda “Nueva Vida” adquirió un terreno en pleno plan de la comuna junto a Avenida Santa Cruz, en donde se inició la construcción del nuevo sueño. Un anhelo que este viernes comenzará a hacerse realidad con la entrega de las casas a sus flamantes y felices propietarios.
Un cambio de vida total que ellos vivirán día a día con casas sólidas, sin filtraciones, con alcantarillado, agua potable, energía eléctrica y en un lugar sin subidas ni bajadas y menos con una pasarela para llegar a sus inmuebles.
Cristina Ledesma, una de las nuevas dueñas de casa, aseguró sentirse “contenta y feliz porque esperamos mucho tiempo cumplir este sueño, pero paso a pasito se nos está dando. La verdad es que estoy muy emocionada, vamos a quedar muy bien. Arriba (en el cerro) no estaba para seguir viviendo, así es que a esperar el día de la entrega”, dijo.
Por su parte, Lorena Reyes, señaló que “el trabajo de la municipalidad fue bastante intenso y largo, hay gente que lamentablemente se fue (falleció) sin ver el resultado, pero la vida que esperamos abajo es mucho más tranquila y mejor. Para las personas adultas va a ser una vida mejor porque ya no pueden subir ni bajar las escaleras, así es que las casas también son un homenaje a quienes partieron en todos estos años, como mi abuela”, indicó emocionada.
Para la alcaldesa Maité Larrondo entregar este nuevo barrio es parte de sus sueños. “Mucho antes de ser alcaldesa, cuando éramos simplemente una vecina de la comuna y luego concejal, conocimos la realidad de los vecinos de la población 28 de Marzo y era una forma de vida que había que cambiar. Afortunadamente la comunidad nos dio la oportunidad de llegar a la alcaldía y aunque costó mucho, en estos veinte años pudimos levantar el proyecto y conducirlo hasta lograr la su construcción”.
Las nuevas casas formarán el Conjunto Habitacional Villa Alegre, en Avenida Santa Cruz a la altura del paradero 12 y medio. Se trata de 76 inmuebles de dos pisos y otros 10 de un piso con acceso universal; es decir, construidos con ramplas y pasarelas para el ingreso de sillas de ruedas y personas con movilidad reducida para cumplir con la Ley de Accesibilidad que exige puertas de entre 90 centímetros a un metro de ancho e ingreso de una silla de ruedas a todas las dependencias de la propiedad.
La entrega de este viernes se inicia a las 11 de la mañana y estará dividida por turnos para cumplir con todos los protocolos sanitarios.