Aunque el 14 de febrero se relaciona con los corazones adultos que sanan o se rompen por amor, en esta fecha también se conmemora el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, un grupo de patologías asociadas a defectos cardíacos que en general se detectan en edades muy tempranas.
Así lo afirma el Dr. Nathan Pulido, cardiólogo infantil del Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ: ”son malformaciones que pueden manifestarse antes de nacer, pero la gran mayoría se manifiestan habitualmente post natal y pueden manifestarse en los primeros días de vida hasta a veces avanzada edad. Hay pacientes que hacen un diagnóstico de cardiopatía congénita en la edad adulta pero son casos poco frecuentes. Más frecuente es que los pacientes se diagnostiquen de recién nacidos o lactantes y cada vez más tenemos diagnósticos pre natales, en todas partes incluido nuestro hospital”.
Diagnóstico temprano para un buen tratamiento
Al respecto, el Dr. Gabriel Andwanter, Jefe de Unidad de Medicina Fetal del establecimiento, aclara que “con el avance de la ecografía, podemos hacer el diagnóstico de rutina de todas las anomalías de todos los órganos. Algunos por supuesto podrán ser diagnosticados y otros no, dependiendo de la severidad y características de cada paciente, pero en la mayoría de los casos diagnosticamos o al menos sospechamos alguna cardiopatía que nos permite conversar con el cardiólogo pediatra y saber cuál es la expectativa de la urgencia que tendrá este bebé cuando nazca. Si esperamos que va a tener una urgencia, coordinamos el momento del nacimiento, la condición de la neonatología para recibir al bebé y cuáles serán los procedimientos más urgentes que tengan que hacer, incluyendo la posibilidad que el bebé no nazca en este hospital, sino eventualmente en un hospital en Santiago para poder hacer nuevas cirugías o un procedimiento más complejo de cardiocirugía. Entonces, nuestra unión con los cardiólogos pediatras, con el Doctor Pulido en particular, es tratar de darnos a entender para saber cuáles son los elementos de riesgo que tendrá ese bebé al nacer, definir adecuadamente el diagnóstico de la cardiopatía y poder planificar cuál va a ser la condición para el momento del nacimiento del bebé, saber cómo y el lugar que sea el más propicio para que ese bebé nazca y evitar las complicaciones que podría tener si nace de una manera no deseada”.
El especialista agrega que “el porcentaje de diagnóstico que se logra identificar en el control es de un 80 a 95%, es muy alto, es una proporción muy alta para la calidad del diagnóstico ecográfico en el mundo en general, nos podemos comparar con países desarrollados y clínicas privadas sin problemas. También, con el desarrollo del hospital nuevo y de medicina fetal, podemos derivarlos a psicoterapia y manejo psicológico para sobrellevar la situación. Eso también existe porque las cardiopatías congénitas operables son parte del GES y eso hace que también tengan otros elementos que se van a complementar cuando el bebé haya nacido en los hospitales de referencia. Las cardiopatías congénitas son las primeras que se desarrollaron como GES, eso permitió que existiera una estructura para hacer este manejo, así que la cobertura de ello, de los cardiólogos y la cardiocirugía es altísima, yo diría que es completa. El acceso es rápido y las pacientes cuando vienen con derivación las vemos muy precozmente”.
“Las cardiopatías congénitas en todo el mundo, agrega el Dr. Pulido, son aproximadamente el 1% de los recién nacidos vivos. Si uno ve a todos los recién nacidos, uno va a tener un cardiopatía. Ahora bien, el Hospital Fricke, que debe tener unos 2.500 partos significa unos 25 casos nuevos cada año, de los cuales la mitad requiere cirugía el primer año de vida, que se van juntando con los que vienen atrás, que se siguen controlando siempre, hasta grandes”.
El seguimiento de los pacientes con cardiopatías congénitas se mantiene durante todo el desarrollo de la infancia de estos pacientes. Jacqueline Ávila es madre de Andrea Schuman quien durante su primer año de vida fue diagnosticada con una cardiopatía: “Cuando se enfermó, se resfrió, ahí detectaron que tenia un soplo al corazón, tenía un año. Ahí me mandaron a operación a Santiago, me la operaron”. Ahora Andrea tiene 18 años y asiste anualmente a control médico donde es evaluada con exámenes y recibe recomendaciones para seguir haciendo su actividad habitual.
Prevenir enfermedades de adultos
Pero hay enfermedades que se pueden prevenir. El Dr. Pulido hace un especial llamado a los padres a cuidar la salud y bienestar de los niños desde temprana edad. “La obesidad es un factor de riesgo importantísimo para las cardiopatías del adulto, no las congénitas, las adquiridas. Las enfermedades adquiridas del adulto parten cuando niño. Muchas veces las mamás o los pediatras se asustan porque quieren que un niñito gordito haga deporte, se asustan y quieren un pase del cardiólogo para que no le vaya a pasar algo, no le va a pasar nada, se va a cansar y no va a hacer mucho, pero es momento de educarlo porque eso tiene cambiar; si ese niño chico se queda gordito y se transforma en un adolescente gordito, se va a transformar en un adulto gordito y se va a morir joven del corazón”. El médico también refuerza que es importante mantener los controles de niño sano, especialmente en la edad escolar: “Habitualmente al primer año de vida los niños tienen hartos controles y ahí habitualmente es cuando se diagnostica la mayor parte, el primer año de vida, después de eso en general os niños dejan de ir a control y van a control cuando están enfermos de algo y se pierde un poco el tema de la prevención. Un escolar debiera tener un control una vez al año con su pediatra y si su pediatra encuentra algo malo, derivar a quien corresponda”.