Las cuarentenas prolongadas han generado problemas en el ámbito económico de cientos de familias, lo que ha derivado en el acrecentamiento de las necesidades alimenticias para algunas personas. Es por lo anterior, que han aumentado las ollas comunes, en distintos sectores de Valparaíso que buscan apoyar a aquellos que no tienen las necesidades básicas cubiertas.
Frente a ello, la Municipalidad de Valparaíso se ha comprometido en continuar apoyando aquellas iniciativas que busquen entregar alimentos a los vecinos y vecinas de la ciudad. Es por eso, que constantemente se están comprando alimentos, como verduras y abarrotes, para entregar a las organizaciones que mantienen las ollas comunes, con el fin de que las familias de la comuna puedan acceder a los alimentos necesarios y que la falta de dinero no se convierta en un problema mayor.
Más de 40 toneladas de alimentos, como verduras, carbohidratos, atún y elementos de protección personal, son los que la Municipalidad de Valparaíso distribuirá en las 161 ollas comunes, ollas secas y panaderías populares, que existen en la comuna puerto.
Una de las ollas comunes beneficiadas con la entrega de alimentos es la ubicada en Phillipi, donde se entregan almuerzos, los martes y jueves, a más de 80 vecinos y vecinas del sector, llegando a ayudar a más de 170 personas. Janis Cortéz, representante de olla común de Phillipi, cuenta cómo comenzó esta iniciativa explicando que “decidimos levantar una olla comunitaria en el barrio, porque había necesidad y cada vez se estaban uniendo más vecinos. Empezamos con 170 raciones. Con el tiempo fue saliendo el 10%, los vecinos empezaron a decir que se salían del comedor porque contaban con ese dinero, pero seguimos entre 80 y 90 raciones durante todo el año”.
El apoyo municipal y de otras organizaciones sociales ha sido fundamental para mantener durante más de un año una iniciativa de estas características, tal como comenta Janis Cortéz explicando que “los lazos que hemos tenido con el municipio han ido creciendo desde el minuto 1 que comenzamos a trabajar con la comunidad. El acercamiento ha sido positivo. Tenemos la oficina de zona, que ha sido el lazo y nexo que hemos tenido con la alcaldía y eso ha sido súper positivo porque el municipio se acercó a la población y no la población al municipio. Eso ha generado buenos resultados”.
Luego de unos meses de receso en el ámbito de comidas húmedas, la mayoría de las ollas comunes comenzó a funcionar nuevamente a raíz del paso a Fase 1 del Plan Paso a Paso, por lo que el municipio reforzó el apoyo en alimentos.
Christian Órdenes, encargado del Modelo de Confinamiento Comunitario, comenta que el municipio “decidió seguir apoyando el trabajo que desarrollarán las ollas comunes, las panaderías, como también las bodegas populares y realizó una compra de verduras, alrededor de 10 toneladas de papas, de cebollas, carbohidratos, atún y elementos de protección personal para que el trabajo que desarrollan pueda ser realizado con los más altos estándares de cuidados en virtud de la pandemia. Es por eso que las ollas comunes han seguido funcionando y el municipio no ha bajado los brazos para seguir colaborando con el trabajo que ellas realizan día a día”.
Pero, además de la entrega alimenticia, la Municipalidad de Valparaíso se ha dedicado a apoyar en otras instancias a través de los distintos departamentos. “En el tema social, hemos tenido buenas comunicaciones con varios departamentos del municipio. Hemos estado trabajando con la DIDECO, bien compenetrados, en el tema social con nuestros niños y niñas, además de vecinos que han estado en condiciones vulnerables desde el estallido social y que se agravó con la pandemia. También con la oficina de la niñez hemos tenido buena conexión para ir viendo el tema social y psicológico de niños y niñas durante la pandemia” explica Janis Cortéz.
Los organizadores de las ollas comunes hacen un llamado a no abandonar estas instancias porque van en directo beneficio de los vecinos y vecinas de la comuna. Además, piden no cuestionar las ollas comunes, tal como comenta la encargada de la olla común de Phillipi: “a veces la gente cuestiona mucho al vecino o nos cuestionan a nosotros de que abonamos costumbres. Venir a una olla común no es fácil, venir a pedir alimentos no es fácil. No es que se estén aprovechando, es una necesidad”