En perfecto estado de salud, funcionarios de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) liberaron a un zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) y a un peuco (Parabuteo unicinctus) en el sector Palmas de Ocoa del Parque Nacional La Campana, en Hijuelas.
“Ambos ejemplares recibieron atención médico veterinaria en el centro de rescate y rehabilitación de fauna silvestre de la fundación Ñamku, en Concón, ya que el cánido mantenía su pata izquierda delantera con lesiones, mientras que el ave presentaba una baja condición corporal”, explicó el director regional de la institución forestal, Sandro Bruzzone.
Añadió que “personal del SAG encontró al zorro escondido en botes de basura, en el sector La Greda, en Puchuncaví, con un lazo incrustado en su extremidad. El peuco, por otro lado, estuvo cinco días atrapado en el segundo nivel de una bodega de la compañía agropecuaria Copeval, en Quillota, antes de ser descubierto y luego capturado con chinguillos”.
Por su parte, el jefe de área y guardaparques del Parque Nacional La Campana, Iván Wagman, detalló que, tras la rehabilitación correspondiente, “el SAG debe buscar un lugar adecuado y que asegure el desarrollo de la fauna nativa encontrada fuera de su hábitat natural o que esté malograda, impactada o atropellada”.
En ese contexto, resaltó que “el sector Palmas de Ocoa ha recibido este año dos zorros chillas, un zorro culpeo y un peuco, los cuales encuentran en este lugar todo lo que requieren en cuanto alimentación y hábitat para continuar con su desarrollo y vida normal”.
Wagman acotó que “en este parque nacional encontramos un punto de convergencia fitogeográfico, tanto del norte, centro, sur y andino, con bosques de robles, palmas, esclerófilos, laurifolios, hidrófilos, de matorral espinoso, caducifolios y de matorral bajo de altitud, los que conforman diferentes ecosistemas apropiados, sobre todo, para los zorros, que son unos cánidos muy adaptables a las áreas donde se realiza su liberación y reinserción”.
Cabe consignar que los mamíferos reintegrados a su ambiente natural, en el sector Palmas de Ocoa, cuentan con chips que permiten monitorear su desplazamiento al interior del entorno protegido.