Emprendedora de Valparaíso pavimenta el camino de las mujeres en el mundo de la microempresa de la construcción

Su pasión por la construcción fue la que llevó a Carla Curihuentro Verdugo a involucrarse en un rubro que era reservado solo para varones. Y es que desde muy pequeña ayudaba a su abuelo y a su padre, ambos gasfíteres, quienes trabajaban en terreno, lo que la motivó a los 18 años a estudiar construcción civil y luego a independizarse a los 20 años con su propio emprendimiento CC Construcciones EIRL.

Carla fue así la primera de su familia en obtener un título profesional en un mundo de hombres, con la esperanza de desmitificar un área que era excluyente, pero además mal catalogada por la deficiencia en la calidad de las obras y la tardanza en la entrega.

Su compromiso, responsabilidad, puntualidad y calidad de sus trabajos le permitieron a esta constructora civil distinguirse de entre sus pares, ejecutando proyectos ligados a las obras menores y mantenciones de recintos estatales. “Poco a poco al ir demostrando mis conocimientos, profesionalismo y mi compromiso me he ganado un espacio en el mundo de las microempresas de la construcción”, destaca Carla Curihuentro.

Su sueño estaba centrado en ampliar su negocio a través de la entrega de un servicio de ductoscopía -detección de filtración u obstrucción de tubería-, celebrar una mayor cantidad de contratos con entidades públicas y dar soluciones constructivas al área rural, además de posicionar la imagen de su emprendimiento para así inspirar a más mujeres a ser parte de este rubro.

Sin embargo, para dar el siguiente paso necesitaba más capital y conocimientos, los cuales obtuvo al ganar la tercera versión del concurso de emprendimiento de la fundación Luksic.

“Haber ganado Impulso Chileno fue un reconocimiento a mi esfuerzo y persistencia del trabajo constante, frente a todas las adversidades que contempla, para una mujer, emprender en el rubro de la construcción, sumado a diversos factores que se están viviendo a nivel mundial con respecto a la pandemia actual”, detalla la emprendedora.

Cuenta que el concurso le entregó valiosas herramientas, tanto económicas como de conocimientos, que permitieron la expansión de los servicios de CC Construcciones EIRL y la creación de nuevos frentes de atención. “Sin duda fue una gran experiencia, donde se me concedió la oportunidad de conocer a otros emprendedores de todo Chile, docentes de la Universidad Católica y mentores de amplia experiencia y trayectoria, con disposición de ayudar y contribuir para mi beneficio personal y profesional”, detalla.

La lección aprendida tras su paso por Impulso Chileno la grafica en la siguiente frase “El sabio se hace con el tiempo, escuchando y aprendiendo” .  Y es que a su juicio la perseverancia y el acceso al aprendizaje es fundamental en el éxito del negocio de un emprendedor.

En ese marco, Carla Curihuentro aconseja a cada emprendedor “aprovechar a fondo esta oportunidad, crear redes de apoyo, y confiar en las capacidades personales, porque si han llegado hasta esta instancia, es porque ¡pueden lograr mucho más!”, recalca.

La IV versión de Impulso Chileno tendrá 200 ganadores, que se darán a conocer en enero 2022 y recibirán entre 3 y 5 millones de pesos, además de acompañamiento académico por parte de clases dictadas a través de la Escuela de Administración UC y mentorías personalizadas a cargo de la Corporación Simón de Cirene.

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