El Hotel Augusta cuenta con 6 hermosas suites. Si una de las gracias de los hoteles boutique de Valparaíso, es que cada uno tiene su propio estilo, con las habitaciones de Augusta pasa lo mismo. Cada una tiene una personalidad distinta, he incluso un nombre: Ágatha, Alma, Alena, Alisa, Alba y Alberta.
Todo lo que necesitas en una habitación
Una de las cosas que más me gusta de Hotel Augusta es que sus habitaciones tienen todo lo que necesitas para que te quedes ahí: Cocina equipada, horno eléctrico, una mesa junto a la cocina, escritorio y un baño de lujo. En mi caso resulta de especial interés, ya que cuando viajo no dejo de trabajar y hacerlo en un lugar así, con la decoración y las vistas que ofrece a la ciudad, es una experiencia inolvidable.
Tanto es así, que la última vez que alojé en Hotel Augusta, pedí comida a domicilio y salí sólo para grabar un recorrido entre el hotel y el Paseo Yugoslavo.
Habitaciones inolvidables
Alberta
La primera vez que alojé en en el Hotel Augusta, pasé dos noches en la Suite Alberta. ¡Una maravilla! La habitación era muy grande, con una cama matrimonial, de techo elevado, con una hermosa y sobria decoración y un balcón que se desplegaba sobre las techumbres del cerro Alegre, permitiendo tener una vista panorámica de los cerros, la bahía y, a lo lejos, las ciudades de Viña del Mar y Concón.
Cada momento del día es un espectáculo, en especial el ocaso y el amanecer, donde el sol se asoma justo en la ventana. Trabajar desde esta habitación fue maravilloso. ¡Pura inspiración!
Alena
Mi última noche de la primera vez que alojé en el hotel la pasé en la suite Alena, una acogedora habitación con vista a la calle San Enrique y a los cerros de la ciudad. Esta habitación contaba con un par de cómodos sillones, ideales para leer, revisar el celular o simplemente detenerse a contemplar el colorido de los cerros.
Alba
En esta ocasión, tuve la fortuna de alojar en la suite Alba, una preciosa habitación en el tercer piso, con una vista maravillosa a las ciudades de Valparaíso, Viña del Mar y Concón. Espaciosa, se caracteriza por una pera de mimbre, donde uno se puede sentar a ver el paisaje mientras se mece suavemente desde las alturas.
Hacer yoga sobre la alfombra, viendo el amanecer en Valparaíso y escuchando el canto de las aves fue una experiencia inolvidable.
Ágatha
Ágatha fue toda una sorpresa. Ubicada en el piso -1 del hotel, no cuenta con vista a la ciudad… Pero es la única con un pequeño patio, donde hay hermosos helechos, una pera de fierro forjado y una mesa con dos sillas, ideal para desayunar o trabajar bajo las hojas de los árboles y el canto de los pájaros.
Desayunar con el sol de la mañana en la espalda, en ese pequeño patio, fue demasiado agradable. Y ni hablar del canto de los pájaros y los acordes de la guitarra del vecino de al lado. Así es Valparaíso.
Alisa
En el primer piso, a pasos de la recepción, se encuentra Alisa. Una hermosa habitación con terraza a la altura de otras casas del Cerro Alegre, la que está decorada con objetos del recuerdo, como un ropero, un baúl y un escritorio.
¿Ya sabes en cuál de estas habitaciones te gustaría alojar?
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Fuente: https://apuntesyviajes.com/