Imagen Hernán Castro

Eco Hostal Offenbacher-Hof: Calidez y nostalgia en el Cerro Castillo de Viña del Mar

En lo alto del Cerro Castillo se yergue una hermosa mansión que se asoma con un torreón y observa Viña del Mar. Si caminas por la avenida Valparaíso y levantas la mirada podrás distinguirla como si se tratara de un faro de colores, donde se guardan historias de hace más de un siglo y se ofrece alojamiento a los viajeros nostálgicos. Aquellos que no sólo buscan cambiar de espacio físico, sino viajar en el tiempo. Bienvenidos y bienvenidas al Eco Hostal Offenbacher-Hof.

Eco Hostal Offenbacher-Hof

Para llegar al Eco Hostal Offenbacher-Hof debes subir escaleras. Al llegar al Eco Hostal Offenbacher-Hof te encontrarás con una puerta de fierro forjado y una enorme construcción que se alza hacia el cielo. Tocarás el timbre y la puerta se abrirá.

Ahí comenzará el viaje hacia el pasado más señorial de Viña del Mar. Lo más probable es que te reciba Carmen Zúñiga Le-Bert, dueña del hostal, quien te guiará por las dependencias contándote detalles de este sueño que se inició a fines del siglo XX en la ciudad alemana de Offenbacher-Hof, cuando a través de fotografías ella y su marido, Gerhard Maith, reconocieron esta casa, se enamoraron de ella y en un acto de locura la compraron. A los pocos años de llegar a Chile, Gerhard falleció y Carmen decidió seguir adelante con el proyecto.

Una de las primeras cosas que aclara Carmen Zúñiga Le-Bert es que este es un hostal y no un hotel, ya que la idea es que la gente se sienta como en casa: «Si yo salgo no me gusta ir a los hoteles. Prefiero los lugares donde pueda conversar con las personas.»

Todos los servicios para asegurar la comodidad de los huéspedes

En Eco Hostal Offenbacher-Hof entregan un servicio personalizado que incluye una guía sobre los lugares más atractivos de Viña del Mar y la Región de Valparaíso. Además el alojamiento incluye el servicio de desayuno que cuenta con fruta natural, jugo, café de grano, queso, mermelada, algo dulce, avena y yogurt. El hostal posee amplios y acogedores espacios comunes, más estacionamiento.

Un dato importante, es que ahora también ofrece la posibilidad de acceder al servicio de larga estadía. Actualmente el Eco Hostal Offenbacher-Hof cuenta con 15 habitaciones con baño privado. Tiene un área de sauna, masajes y un salón para danza.

Un poco de historia

El año 1988 Carmen regresó a Chile junto a Gerhard y lo recorrieron por completo. Al llegar a Viña, al estar almorzando miraron hacia arriba y vieron esta casa. Carmen a modo de broma dijo «con esta casa yo me vengo mañana». «Siempre pensando en un hostal, que era un tipo de servicio que hacía falta en Chile a fines de los años 80».

«Regresamos a Alemania y conversando con algunos amigos, me dicen que estaban vendiendo una casa en Chile, nos pusimos en contacto con las personas que estaban vendiendo la casa, que también resultaron ser amigos nuestros. Nos muestra la foto de la casa… ¡Y era la misma que habíamos visto! No podía creerlo.»

«Vimos un par de fotos y nos contó que en su época esta fue una casa muy cultural. En esta casa hubo reuniones en las que participó Allende cuando era joven. Aquí Claudio Arrau tocaba piano junto al dueño de aquellos años. La gente se reunía aquí y conversaba de política, sobre las cosas que estaban pasando en Chile.»

«Con mi marido compramos esta casa por fotos y a los 4 meses estábamos en Chile. Al llegar nos dimos cuenta de que esta casa era una ruina. ¡Fue espantoso!»

«Sin embargo estábamos aquí y teníamos que hacerlo. Lo primero fue ir a la Municipalidad para hacer las averiguaciones, pero no fueron muy claros y por mucho tiempo no pudimos legalizar el alojamiento, hasta que lo logramos.»

¿Cuánto tiempo lleva como alojamiento?

«Desde que la terminamos de reparar en el año 90, a pesar de que no teníamos el permiso de patente. Pero sí pagábamos los impuestos. Hoy ya llevo 33 años.»

«Apenas comenzamos entré a la universidad para estudiar turismo y saber de qué se trataba. Para mí ha sido una gran experiencia.»

El Cerro Castillo

El Eco Hostal Offenbacher-Hof se ubica en el Cerro Castillo, el que en palabras de Carmen «tiene una ley propia, ya que aquí tú puedes construir sólo hasta cierta altura. Estas casas están protegidas y son parte del patrimonio de Viña, lo que me alegra mucho, ya que yo participé en ese proceso durante los años 90.»

«Este cerro tiene rincones maravillosos para recorrer. Acá los niños todavía pueden salir a jugar a la calle. Aquí estás a dos pasos de la calle Valparaíso y del Reloj de Flores. El auto lo dejas estacionado y no lo tomas más.»

Fuente: https://apuntesyviajes.com/

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