Si en los últimos dos años la vida familiar se vio alterada por el teletrabajo, las licencias médicas y las cuarentenas, más aún lo fueron las rutinas escolares de los niños, que desaparecieron y deben ser retomadas este año con el regreso a clases presenciales.
Por eso, el psicólogo Víctor Valenzuela, del Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ, entrega una serie de recomendaciones a los padres, con el fin de apoyar un retorno progresivo a las rutinas escolares sin afectar la salud mental de niños y niñas.
Prepararse para los primeros días de clases
“Es importante, señala, tener un periodo para prepararlos para la vuelta a clases, y eso es explicarles lo que se viene, poder anticipar lo que van a pasar. Por ejemplo, niños que van a un colegio nuevo, es importante ir a conocer el lugar, conocer las rutinas de lo que va a tener que hacer, la locomoción. Que el niño tenga un esquema de lo que va a venir. También los niños y las niñas que ya están en un colegio, prepararlos también porque el ambiente va a ser distinto: los compañeros, las compañeras ya van a haber crecido, van a estar en otra forma física, van a ser distintos a como ellos los dejaron. Entonces también es importante prepararlos para eso”.
Para anticipar las expectativas infantiles, se sugiere comenzar desde ahora. Como afirma el psicólogo, “los niños que entran el miércoles, empezar desde hoy día mismo a generar rutinas distintas de horarios. Los niños en pandemia vieron muy desregulados los horarios de dormir, por ejemplo, se dormían muy tarde, se quedaban jugando. Entonces, es importante para que el primer día de clases su cerebro funcione lo mejor posible, trabajar con las rutinas desde ahora”.
Y además de preparar las mochilas y las colaciones del primer día, asegurar esos detalles durante las primeras semanas permitirá reducir el estrés del inicio de clases. “A los niños y niñas más chicas se recomienda no apurar ese proceso de adaptación, si tienen que ir menos horas al colegio, o si tienen que acompañarlos, ir a dejarlos, sacarlos antes, es preferible potenciar el vínculo y la seguridad de los niños que la rutina del colegio en los primeros días. En el fondo, lo que hay que entender que lo primero que hay que priorizar, es la salud mental de los niños, entender que ellos están en un proceso de adaptación, que ha sido difícil para todos, entonces priorizar la salud mental sobre las exigencias académicas en un inicio”.
Comunicarse con el colegio como herramienta de apoyo
“En el proceso de adaptación es importante fijarse si en estos primeros días o primeras semanas, los niños, por ejemplo, aumentan la irritabilidad, que las niñitas o niñitos más chiquititos puedan empezar con conductas más regresivas, como por ejemplo, chuparse el dedo, que tengan demasiada resistencia a ir al colegio, a entrar a clases, que lloren mucho, que tengan dificultades para dormir. En las primeras semanas es normal que presenten alguno de estos cambios pero es importante promover la comunicación, estar atentos a lo que les está sucediendo. Instaurar esas rutinas de conversación”, señala Víctor Valenzuela. Pero, si después de las dos primeras semanas continúan estas dificultades de adaptación, lo ideal es comunicarse con los profesores, para establecer un diagnóstico conjunto de lo que está sucediendo con los niños.
“Algo que yo veo mucho, es muy común, que los niños que llegan a un colegio nuevo, los padres no les cuentan que los niños están en tratamiento, que tienen algún diagnóstico, alguna dificultad, o que en otro colegio tuvieron algún problema. Pero eso, al final es perjudicial, porque los profesores no tienen la herramienta de cómo manejar o entender a este niño o niña que llega nuevo. Entonces sería importante desde el inicio tener una comunicación con el docente”, finaliza el psicólogo.