Un registro dado a conocer recientemente por el programa Copérnico (de la Unión Europea) a través de la misión de observación terrestre Sentinel-2, da cuenta del crítico estado del Lago Peñuelas de Valparaíso, el que en apenas seis años ha desaparecido casi por completo.
La imagen compara dos fotografías satelitales del mismo punto, la primera de ellas tomada en abril de 2016 y la segunda el pasado 24 de marzo, donde se aprecia cómo el embalse quedó reducido prácticamente a un charco, como consecuencia de la grave sequía que afecta a la zona central de Chile hace más de una década.
“Hasta hace algunos años, el Lago Peñuelas era la fuente principal para el suministro de agua potable del Gran Valparaíso. Se trata de un embalse exclusivamente pluvial, y por lo tanto, no tiene otra fuente de recarga que las lluvias. Dada la extrema sequía que nos afecta, su nivel ha ido bajando y nosotros disminuimos paulatinamente su uso, dejando de utilizarlo desde enero de 2021. Por otro lado, buscamos alternativas para mantener la continuidad del suministro para la zona, como el caso del tranque La Luz, que nos ha permitido evitar racionamientos a más de 15.000 hogares de Placilla y Curauma”, señaló el gerente regional de Esval, Alejandro Salas.
El ejecutivo detalló que, para brindar seguridad hídrica en este complejo escenario, se ha implementado una serie de obras. “La más emblemática, la conducción Los Aromos-Concón que, gracias al trabajo en conjunto con los agricultores de la cuenca del Aconcagua y autoridades, permite acumular agua en el embalse Los Aromos y sostener el consumo en el Gran Valparaíso”, explicó Salas.
La misión Sentinel-2, que circula la Tierra desde 2015, con dos satélites que trabajan en órbitas opuestas, permite dar seguimiento de la evolución de los bosques, los cambios en la corteza terrestre y la gestión de los desastres naturales, además de la observación de aguas continentales y el avance de la desertificación en el planeta.