Esta semana han circulado en RRSS y en medios de comunicación impactantes imágenes registradas durante la noche del lunes pasado en Conchalí (población Raúl Silva Henríquez), donde se realizaron lanzamientos de fuegos artificiales y disparos al aire con armas de fuego, todo en el contexto de un velatorio. Estos acontecimientos conocidos como funerales de alto riesgo o narco, provocaron la molestia de los vecinos, ya que no sólo no los dejaron dormir por el ruido y la música, sino que les generó una sensación de inseguridad, debido a los balazos que sintieron y que no representan un hecho aislado, sino que son parte de una dinámica que se repite de forma muy seguida y que refleja la completa indefensión en la que viven muchas personas en el país en los lugares con menos recursos económicos, donde la delincuencia se apodera de los barrios.
Otro ejemplo de hechos de violencia es lo que ocurrió a principios de abril en un SAPU de Reñaca Alto en Viña del Mar, recinto que debió cerrar antes por disturbios causados por un hombre acusado de participar en un narcofuneral. El sujeto golpeó a un enfermero y destrozó el acceso principal al establecimiento, luego de llegar con un hombre que fue apuñalado en su espalda en este tipo de cortejos fúnebres.
El narcotráfico en nuestro país está lamentablemente fuera de control. A diario vemos el lanzamiento de fuegos artificiales cuando llega algún cargamento de drogas en alguna población o barrio. Por otro lado, estos hechos generan que las personas tengan que esconderse en sus casas y no pueden hacer usos de plazas, y espacios públicos apenas empieza a oscurecer, ya que estos lugares están siendo tomados por los narcos, quienes incluso se encuentran fuera de los colegios. Esta situación dramática se está viviendo en todo nuestro país. En este contexto y con el fin de encontrar una solución por parte del Estado es que la diputada RN e integrante de la bancada antiterrorista, Camila Flores, propuso algunas iniciativas al Gobierno para combatir el crimen organizado y narcotráfico.
“Chile debería contar con una institucionalidad o agencia especializada en combatir a los narcotraficantes y crimen organizado como es la DEA en Estados Unidos. Nuestro país necesita modernizarse en esta materia y de esta manera tendríamos más descomprimidas a las policías civiles y uniformadas que se enfocarían en la lucha contra otra serie de delitos. La idea es contar con una fuerza de élite, y que sólo se dedique al tráfico de drogas, y que claramente trabaje en conjunto con Carabineros, la PDI y los organismos de inteligencia. Incluso, podríamos incluir a los militares en esta nueva instancia como ocurre en países como Colombia, que ha dado una pelea incansable a los narcos desde hace décadas”, subrayó la parlamentaria.
En esta misma línea, la representante de la Región de Valparaíso llamó al Gobierno a repensar cómo hacer frente a estos criminales de alto poder de fuego. “Estas bandas ya no usan nuestro país como lugar de paso, sino que están asentadas en Chile y lo peor es que están usando como “soldados” o vendedores a nuestros niños y jóvenes, quienes también se encuentran en un espiral de consumo de drogas y otras sustancias. Espero que el Ejecutivo sea proactivo en esta materia, tenga “mano dura” y no permita que esta situación llegue a los niveles de violencia como lo que ocurre en México y Colombia, y permee en los diferentes estamentos de la sociedad como sucede en los narcoestados”.
Cabe destacar que la DEA o la Administración de Control de Drogas (por sus siglas en inglés) es la entidad federal que se encarga de combatir el tráfico y el consumo de drogas en Estados Unidos, así como de coordinar investigaciones estadounidenses relacionadas a las drogas en el exterior. Este organismo fue creado en 1973, cuenta con más de 10 mil funcionarios y un abultado presupuesto.