Mantener sistemas productivos en equilibrio con la naturaleza, promover una agricultura limpia y el uso sustentable de los recursos, es lo que hace que la agricultora Leslie Vergara de 48 años de la comuna de Panquehue, haya podido diferenciarse y darle un valor agregado en sus cosechas. Y es que esta usuaria del Servicio de Asesorías Técnicas de INDAP (SAT agroecológico) es una emprendedora que se ha destacado por la implementación de diversas prácticas agroecológicas en sus cerca de 7 hectáreas de hortalizas y frutas de temporada.
Leslie dice que siempre estuvo ligada a la agricultura, amor por el campo que heredó de sus abuelos. De sus hermanas fue la única que siguió esta tradición y no dudó ni un segundo en decidir hacia donde irían sus pasos. Con sus estudios de técnico agrícola comenzó trabajando en agricultura convencional en una exportadora. Precisamente fue esta experiencia la que le hizo dar un giro de 180 grados en su vida.
“Esto partió porque yo compraba fruta a exportadoras y un día pase a comprar unos toritos de tomates y los estaban fumigando. En ese momento dije ‘esto se acabó’ y decidí ponerme las pilas y hacer yo misma la alimentación de mis 3 hijos pequeños. Partí con la primera chacra de 300 metros, me empezó a ir bien, así que después aumenté a mil metros, luego a media hectárea y así sucesivamente”, asegura.
Productor Orgánicos
A INDAP llegó el 2007 donde pasó a formar parte del programa Servicio de Asesoría Técnica (SAT) – Agroecológicos. Gracias a esto, el 2011 logra obtener la certificación de productos orgánicos que entrega el SAG junto a su agrupación (Sociedad de agricultores Orgánicos del Valle del Aconcagua Ltda.) que fue la primera en obtener esta certificación orgánica en la región de Valparaíso, y la segunda a nivel nacional.
De ahí en adelante, su negocio creció como la espuma convirtiéndose desde esa época en abastecedora del Mercado Orgánico de Vitacura y la Ecoferia de La Reina, uno de sus principales nichos de venta donde comercializa en forma directa. También tiene despachos a domicilio los miércoles, jueves y sábados en Santiago Centro, Providencia, La Reina, Ñuñoa, Macul, La Florida, Las Condes, Vitacura, Lo Barrenechea y Chicureo. Los jueves realiza deliverys en Los Andes y San Felipe, y entrega a canasteros en el predio.
Actualmente, esta emprendedora tiene 7 hectáreas, unos 70.000 m2 con policultivos, tales como espinaca, cilantro, lechuga, perejil, acelga, betarraga, zanahoria, papas, ajo, berenjena, zapallo italiano, choclo y alcachofa, entre otros productos, que tienen como principal característica, que en ninguna etapa de su producción intervienen fertilizantes, herbicidas o plaguicidas, como así tampoco en los suelos donde son cultivados logrando un equilibrio agroecológico y evitando la proliferación de plagas y enfermedades.
“El agricultor muchas veces ha sido mirado en menos, sin embargo, somos el primer eslabón y el más importante en la seguridad alimentaria. Creo que hay que volver al origen, a la alimentación estacional, a las técnicas ancestrales de cultivo y comer productos sanos. Debemos motivar a más gente con este enfoque centrado, no sólo en la producción, sino que en una agricultura sustentable”, precisa la agricultora panquehuina.
Calendario Biodinámico
El calendario biodinámico funciona en relación con los patrones de movimiento de la Luna y los planetas y es parte de lo que aplica esta agricultora para organizar su producción: “hice un curso sobre esto y estoy aprendiendo. El calendario se rige por las lunas, por ejemplo, en luna descendente es época de siembra y luna llena época de cosecha. Hay energías muy sutiles que uno no las siente pero que hacen que la semilla explote con mayor intensidad”, explica Leslie.
Estas técnicas agroecológicas le han permitido mejorar sus rendimientos y la comercialización de sus productos al darles valor adicional. En esto ha sido fundamental el manejo ecológico del suelo y plagas con el uso de microrganismos como agentes de control biológico para diversos insectos que afectan los cultivos, “por lo menos cada 15 días aplicamos bacillus, tricodermas, paecilomyses. Se trata de hongos y bacterias que son depredadoras. Cumplen dos funciones: se comen los hongos y ayudan a mantener los suelos limpios. Es un submundo regenerando la tierra e ingresando materia orgánica”, asegura.
Uno de los proyectos que por estos días tiene entusiasmada a Leslie es la producción de 2 hectáreas de cultivos biointensivos que incluirán un bosque de árboles frutales (El cultivo biointensivo es un método de agricultura orgánica en pequeña escala, en que se pueden lograr muy altos rendimientos). “De las 2 hectáreas utilizaré media hectárea como parcela demostrativa para ver qué cantidad de alimentos puedo producir en 5 mil metros. Con eso puedo bajar costos y llegar a más gente con productos de calidad. Además, están pensados para facilitar el trabajo de las mujeres campesinas”.
“…Ahora hay mayor población, menos tierras sembradas y menos agua. Entonces si o si uno tiene que pensar en cultivos biointensivos, de otra manera no vamos a poder alimentar a la población”, sentencia la agricultora.
Apoyo Indap
El apoyo de INDAP ha sido importante en el desarrollo productivo de esta usuaria que ha podido adjudicarse proyectos para nueva infraestructura y maquinarias, así como créditos para capital de trabajo. “He tenido mucho apoyo. Yo he crecido con INDAP. Principalmente para la compra de herramientas y asesorías técnicas que han sido un súper aporte para mí”, recalca.
Leslie Vergara es un ejemplo de que con perseverancia y voluntad se pueden alcanzar los objetivos trazados. «En este caso el desarrollo exitoso de sistemas productivos agroecológicos en el territorio con el fin de producir alimentos saludables y de excelente calidad. Queremos poder replicar estas iniciativas con otros usuarios de la agricultura familiar campesina y aprovechar toda la experiencia que ella puede entregar”, expresó Christopher Newcomb, jefe área INDAP San Felipe.