Desde comienzos de febrero, y durante ocho meses, una veintena de internos del Centro de Tratamiento de Adicciones (CTA), ubicado en el Complejo Penitenciario de Valparaíso, participaron de un taller de rugby. La iniciativa tuvo tanto éxito en el proceso de rehabilitación de los reclusos que a partir de marzo próximo se repetirá, pero ahora en cuatro módulos de la unidad porteña, entre ellos uno de mujeres.
La noticia de la ampliación de este taller fue entregada por el director regional de Gendarmería, coronel Tito Barriga, durante la ceremonia de cierre del taller efectuado por el ex entrenador de rugby de The McKay School, Edmundo Reynolds y cuatro de sus antiguos alumnos y seleccionados nacionales.
“Gracias al trabajo conjunto entre las profesionales del CTA y el profesor Edmundo es que este taller, el primero de su especie en un establecimiento penitenciario del país, fue posible. En unos meses más ya no será solamente la población penal del CTA la que pueda acceder a esta iniciativa, pues, a partir de marzo, se sumarán los internos de los módulos 104 y 114, además de las mujeres del módulo B del Centro Penitenciario Femenino”, sostuvo el coronel Tito Barriga.
“No puedo desconocer que en un principio, cuando era jefe del Complejo, tuve mis aprensiones sobre si debía autorizar este taller, sin embargo, creo que la decisión tomada fue la correcta. Luego de diez meses profesionales del CTA, profesores del taller y los mismos internos reconocen que ha existido un cambio positivo en quienes forman parte de esta insólita iniciativa. Me alegro de haber tomado la decisión y de que el próximo año sean más las personas privadas de libertad que puedan vivir esta experiencia”.
El nuevo taller será posible gracias al proyecto presentado por el club deportivo Libertad y aprobado por el gobierno regional. El presidente del club, Juan Bedoya, afirmó que esperan poder realizar las clases hasta el mes de diciembre y que éstas cuenten con un nutrido equipo de profesores. Además, Bedoya destacó que la idea es que cuando los internos rugbistas salgan en libertad puedan continuar jugando y se les ayude en el proceso de reinserción laboral.
Sin duda que la gran responsable de que el rugby haya ingresado a una cárcel por primera vez en la historia penitenciaria del país es la psicóloga del CTA Pamela Escudero. Fue ella quien se contactó con Edmundo Reynolds y lo convenció de ingresar al Complejo porteño y trabajar con los internos.
Consultada respecto a cómo el rugby viene a complementar el trabajo que efectúan, Escudero afirmó que: “Esto se enmarca en la recuperación del interno que ha tenido problemas de consumo de drogas y en primer lugar viene a trabajar los síntomas de abstinencia que tienen al ingreso. Comienza trabajar la tolerancia a la frustración, irritabilidad, manejo de ira, control de impulso y trabajo en equipo. Todo esto, a largo plazo, comenzó a verse buenos resultados dentro de las intervenciones individuales. Viene a ser una herramienta complementaria en todo lo que nosotros hemos estado trabajando”.
Las palabras de Pamela se ven reflejadas en cada uno de los internos y Guillermo Velásquez es uno de ellos. Él reconoce un cambio en su vida gracias al trabajo de Gendarmería y el equipo de rugbistas.
“El rugby para mí ha sido un estilo de vida. Es más que un deporte, enseña valores muy importantes en el día a día. El rugby nos enseñó lo que es el respeto, integridad, disciplina, tolerancia y sobre todo lo que es el trabajo en equipo”.
En la ceremonia de cierre, efectuada este lunes en el gimnasio de la unidad penitenciaria porteña, estuvieron presentes, además del director regional de Gendarmería, la seremi de justicia, Paz Anastasiadis, la directora regional de Senda, Claudia Berríos, el jefe del CP de Valparaíso, coronel Álvaro Concha, el presidente de la Asociación Regional de Rugby Valparaíso, Francisco Iriarte y el presidente del club Libertad, entre otras autoridades