Emblemática embarcación de Juan Fernández es donada al Museo Marítimo Nacional

El pasado lunes 22 de agosto, en dependencias del Museo Marítimo Nacional (MMN), se vivió un hito histórico de rescate patrimonial, se trata de la recepción del bote “Elsa Sofía”, embarcación menor de madera, correspondiente a una de las últimas balleneras del archipiélago de Juan Fernández y la primera en ser preservada como bien patrimonial en el país en el contexto de la colección de un museo, donada por las familias Rojas Rivadeneira y Rojas Schulz, de isla Selkirk, en conjunto a la gestión de Germán Recabarren Green y la Hermandad de la Costa, a través de la Nao Quintero.

Complementan la donación, objetos que fueron parte importante para la navegación y la pesca artesanal; como remos, el mástil, el timón, su caña de gobierno, el cajón para carnada, una trampa de langostas y su motor fuera de borda “Archimedes”, este último, objeto muy difícil de encontrar en la actualidad.

Cabe señalar que, a Chile llegaron las embarcaciones balleneras del siglo XVIII, pero con el correr del tiempo, fueron destinadas a diversos usos, como el transporte de pasajeros y la pesca artesanal, específicamente en el archipiélago de Juan Fernández, donde han sido empleadas para la captura de la langosta, estando ya prácticamente extintas en este tipo de labores.

Estos escasos ejemplares sobrevivientes de balleneras se suman a lo ocurrido en las islas de Tristán de Acunha y Azores, en el Atlántico, donde también se conservan muy pocas, siendo las balleneras fernandecianas de madera, prácticamente las últimas en el mundo en haber prestado servicios operativos.

Al respecto, el curador del MMN, Eduardo Rivera, señaló lo siguiente: “La incorporación de “Elsa Sofía” viene a incrementar la colección de embarcaciones menores tradicionales en la colección del Museo Marítimo Nacional, sumándose al bongo Carmen, a la Vaka Ama rapa nui, realizada por artesanos isleños y a una pequeña canoa monóxila de juguete encontrada en Curaco de Vélez y que recoge la tradición constructiva del bongo chilote, embarcación que comparte solo el nombre con el bote de pesca de nuestro litoral central.  Esta embarcación llega a este museo no como un adorno o como una pieza más dentro de una colección sistemática; arriba por el compromiso de dar cuenta a las futuras generaciones de nuestro patrimonio cultural marítimo más genuino, y esperamos que sea una de tantas que de no ser preservadas, esperarán una desaparición segura de nuestras costas, diluyéndose su recuerdo con el correr de los años”.

Pero cómo se gesta la llegada de “Elsa Sofía” al MMN, para ello hay que recordar un hecho histórico ocurrido en agosto de 1922, fecha en que llegó a las costas de Valparaíso el primer bote de madera (bote ballenero N°4) desde el archipiélago de Juan Fernández, traído por un fuerte temporal de viento mientras se encontraba realizando faenas de pesca en las cercanías de la isla. La nave, era tripulada por los pescadores artesanales Juan Celedón y Manuel Chamorro quienes, luego de 7 días de navegación, lograron sortear las bravezas del mar y llegar finamente al continente.

El año 2012, al cumplirse 90 años de esta importante travesía, el isleño Germán Recabarren junto a su tripulación se embarcaron en el proyecto “Un viaje al Rescate de la Memoria”, y a bordo del bote Victoria N°4, de similares características, revivieron la hazaña que hicieron sus coterráneos hace casi un siglo atrás.

Es ente contexto, que Roberto Monardes, Oficial Lugarteniente de la Hermandad de la Costa, Nao Quintero, motivado por el viaje realizado por Recabarren, quien es también hermano de la costa de Juan Fernández, y la travesía vivida por los pescadores en el año 1922, se contactó con el director del museo con el fin de rendir un homenaje a estos pescadores artesanales al conmemorarse durante el mes de agosto del año 2022, los 100 años de esta importante epopeya.

Así llega “Elsa Sofia”, bote de similares características al ballenero N°4 y que estaba en manos de sus armadores Rino Rojas y José Rojas, quienes, gracias a las gestiones de Germán Recabarren y al esfuerzo de muchas personas e instituciones, hicieron entrega en donación esta importante embarcación al museo, la que no solo viene rememorar un hecho histórico que une las costas de Valparaíso y Juan Fernández, sino también a poner en valor el esfuerzo de tantas generaciones de hombres y mujeres dedicados a la pesca artesanal en el archipiélago y al trabajo casi extinto de los Carpinteros de Ribera.

Al respecto, Germán Recabarren, proveniente de una familia de pescadores fernandecianos, comentó: “No fue fácil asumir que, a mi parecer, el mayor emblema de nuestra subsistencia en medio del Pacífico, nuestra embarcación de madera, la que sobre sus nobles maderas logró asegurar la alimentación y educación de varias generaciones de isleños, quedaran abandonados a la vista de todos. Es por ello que me acerco a los propietarios de “Elsa Sofía” para pedirles me permitieran asegurar su bote para las generaciones futuras que no tendrían nunca la posibilidad de siquiera verlo, y que mejor, que en un lugar tan importante para nuestra náutica historia que en el Museo Marítimo Nacional”.

Por su parte, el Director del MMN, Contraalmirante Andrés Rodrigo, añadió: “Nos sentimos tremendamente honrados de incorporar a nuestra colección a “Elsa Sofia”, embarcación que también nos viene a relatar sobre pesca sustentable, de trabajar en comunión con el medio ambiente para un desarrollo económico equilibrado y sostenible en el tiempo en que la comunidad de Juan Fernández ha sido pionera en el cuidado del espacio acuático y sus recursos, siendo ejemplo a nivel nacional e internacional”.

La ceremonia de recepción, que fue presidida por el Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Contraalmirante Fernando Cabrera, y que contó con la presencia de autoridades navales, civiles y representantes de la comunidad del archipiélago de Juan Fernández, finalizó con el lanzamiento oficial de la Semana de Consumo Responsable de Productos del Mar (22 al 28 de agosto), actividad organizada por la Fundación Cocinamar y el Departamento de Turismo de la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, y que cuenta con el apoyo de diversas ONG´s e instituciones, cuyo propósito es poner en valor  los productos que provienen de la pesca artesanal y la acuicultura sustentable. Ocasión, en la que los asistentes pudieron disfrutar de una degustación de vidriola, un pez endémico proveniente del archipiélago en formato de calugas de pescado, manera tradicional de ofrecer pescados en las caletas locales.

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