Cada vez se hace más imperante comprender cómo los efectos del cambio climático están afectando la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas marinos del océano Austral, con el fin de realizar estrategias de conservación que permitan gestionar de manera efectiva los recursos del extremo austral del planeta.
El zooplancton es uno de ellos, siendo el eslabón más importante de las tramas tróficas antárticas, fuente de energía y alimentación de grandes especies como ballenas, peces y aves. Por este motivo, un equipo multidisciplinario de investigadores se abocó a la tarea de estudiar cuál es su estado general en el polo sur.
A través de la revisión bibliográfica, y el análisis de las distribuciones actuales de las especies clasificadas y las evidencias de cambios en las variables oceanográficas del último tiempo, científicos miembros de la iniciativa de Evaluación de Ecosistemas Marinos para el Océano Austral (MEASO, por sus siglas en inglés), entregaron un informe sobre las condiciones generales de estos organismos.
El equipo estudió los principales grupos de zooplancton presentes en Antártica: eufásidos, kril antártico, copépodos, terópodos y salpas. Las respuestas de los organismos fueron evaluadas bajo parámetros como viento, hielo marino, temperatura de la superficie del océano, circulación, estratificación, acidificación, eventos relativos de cambios extremos y variables climáticas.
“Analizamos el status de estas especies hasta el día de hoy, viendo los cambios a los que se han ido adaptando y cómo podemos proyectar un modelo predictivo que nos ayude a visualizar el futuro del zooplancton antártico”, comentó el Dr. Juan Höfer, oceanógrafo del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) y académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), quien participó del estudio.
La investigación determinó que la totalidad del zooplancton del océano Austral se vería altamente influenciado por las variaciones climáticas, especialmente por los cambios en la temperatura de la superficie del mar. Por otro lado, existen parámetros como la salinidad, que hasta el momento han tenido bajo impacto sobre estos organismos.
Otro de los puntos importantes analizados por el estudio tiene relación con la interacción del ecosistema marino con los productores primarios, es decir, la cantidad de fitoplancton (organismos fotosintéticos) disponible para la alimentación del zooplancton, variable fundamental que podría verse alterada por los cambios ambientales del último tiempo.
“Una de las conclusiones a las que llegamos como equipo es que la mayor parte de estos cambios ambientales tendrán efectos negativos sobre estas especies. Es complejo establecer cómo seguirán influenciando los efectos antropogénicos (acción del ser humano) a gran escala, pero los efectos a escala local dependerán de cómo se regulen algunas actividades, tales como la pesca”, comentó el Dr. Höfer.
El estudio, publicado en la revista científica Frontiers in Ecology and Evolution, hace hincapié en la importancia de homogeneizar la información disponible sobre los grupos de zooplancton antártico, con el fin de obtener parámetros unificados que permitan establecer mejores modelos de gestión y conservación.