Tres boyas que recogerán de manera autónoma datos para detectar cambios en el estado del cuerpo de agua de la Reserva Nacional Laguna Torca, fueron instaladas por la Universidad de Playa Ancha (UPLA), la firma chilena Wolke y la empresa de diseño Stout, en el marco de la segunda etapa del “Reto de innovación de interés público KO-UMA-YAKU, Monitoreo de Humedales”, convocado por CORFO, CONAF y el Ministerio de Ciencia.
Durante 30 días ininterrumpidos, las boyas MUSUX deberán recolectar datos referidos a variables fisicoquímicas del agua como temperatura, pH, conductividad, profundidad y oxígeno disuelto. La información se transmitirá a un servidor central de almacenamiento para luego ser descargada en dispositivos móviles. Será la “prueba de fuego” para esta tecnología de innovación que compite con otros dos equipos que buscan contribuir a tomar decisiones para la conservación de los humedales.
Así lo informó el director del proyecto “MUSUX. Adquisición de datos y monitoreo sustentable en humedales con bajo impacto en el entorno”, y gerente de Desarrollo de Wolke, José Luis Valenzuela.
“Dentro del desafío, en los requerimientos de la etapa 2, está que cada uno de los equipos debe validar sus sistemas por 30 días, con tres unidades en el humedal que se les ha destinado. La primera de las boyas la pusimos cerca del ingreso del agua a la laguna, otra en un punto intermedio y la otra en el extremo más lejano del punto de ingreso. Así podemos tener mediciones representativas de los distintos espacios de la laguna”.
El director del proyecto agregó que, entre los riegos que podrían afectar el funcionamiento de los instrumentos, está la interacción de la fauna local con ellos. Laguna Torca es de los ambientes húmedos más importantes de la zona central del país, con gran variedad de aves y mamíferos que podrían ver en las boyas de medición elementos para jugar o convivir, situación que se conocerá al finalizar los 30 días.
Principal Parámetro
Entre los parámetros más importantes que la boya MUSUX medirá es el oxígeno disuelto en el agua, sostuvo la directora del Laboratorio de Química Ambiental de la Universidad de Playa Ancha, doctora Cecilia Rivera.
“El oxígeno disuelto es uno de los parámetros más importantes sobre todo en esta laguna que está eutrofizada. Hay una contaminación de nutrientes que genera un consumo alto de oxígeno y si no hay oxígeno no hay vida. El oxígeno disuelto es uno de los parámetros que más va a indicar si esta eutrofización puede generar un daño en el ecosistema. Otro de los datos importantes es la conductividad. Este humedal es hiposalino, en el que ingresa agua de mar, tipo marisma, y hay una influencia importante del estero que está generando que, el agua dulce se mezcle con el agua salada”.
En tanto, el jefe de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF región del Maule, Felipe Barrios, destacó el aporte del monitoreo autónomo. “Esto para nosotros es muy importante, porque primero estos sensores que son remotos pueden entregar información al instante y continua, lo que a la larga nos puede ayudar a tomar decisiones importantes a nivel técnico, incluso a nivel político, para determinar cuáles son las mejores acciones que se pueden desarrollar en la laguna, considerando los datos que entregan estos sensores. Muy importante también para nosotros es que con estos sensores al ser remotos ya no tenemos que estar ingresando a la laguna continuamente para tomar los datos que el sensor remoto nos entregará vía web”.
Finalmente, el administrador de la Reserva Nacional Laguna Torca, Luis González, se refirió a la participación del personal de CONAF en el periodo de prueba de los equipos de monitoreo. “Aparte del apoyo logístico operativo para ingresar a la unidad, creo que somos la parte fundamental y estratégica para la instalación de las boyas, ya que tenemos el conocimiento y la noción de dónde pueden ir ubicadas, dado que existen ciertas profundidades en el humedal. Estamos trabajando de acuerdo con los profesionales en la instalación, para ver cuál es la mejor localización de las boyas, para la mejor entrega de antecedentes y datos técnicos que podamos obtener de ellas”.
A fin de año se seleccionará un equipo ganador, que deberá escalar la solución tecnológica a tres áreas protegidas de CONAF.