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¿Quién fue el cirujano Videla? ¿De dónde apareció el nombre de Pedro Cariaga? ¿Tal vez Hernán Olguín, Juan de Saavedra o María Franck?
Eso fue lo que se preguntaron en la Corporación de Profesionales para el Desarrollo Comunal, Visión 15, que en las instalaciones del Liceo Matilde Brandau de Ross presentó el proyecto denominado «Nombres de personalidades que han inspirado a la educación pública en Valparaíso».
Iniciativa que fue liderada por la socia Hilda Arévalo, de profesión periodista, y que escudriñó en las bibliografías de personajes históricos a nivel local y nacional; incluso conociendo en terreno la vinculación de cada establecimiento con el nombre que los identifica.
Así, por ejemplo, se conocieron las historias de la propia Matilde Brandau de Ross, Juan José Latorre, Juan Wacquez Mourfin, Alfredo Nazar Feres, Ramón Barros Luco, entre otras.
El material generado se sintetizó en un libro que quedará disponible en cada establecimiento y a través de un documento electrónico que se compartirá con las comunidades.
La instancia fue agradecida por el encargado de la unidad de Vinculación Territorial y Participación Ciudadana de SLEP, Ricardo Aravena, quien valoró la dedicación de la corporación de visitar cada escuela y liceo: “Ellos estuvieron presentes en todas las comunidades, y este ejercicio de identidad tradicional, de memoria histórica, es un gran trabajo que queda representado en esta obra”; además agradeció a cada director y directora por facilitar el trabajo de las investigadoras.
Historias únicas
Chantal Naudon Díaz, coordinadora del proyecto, aseguró que “somos un grupo que trabajamos en cosas de patrimonio y fue una iniciativa de Hilda Arévalo, que ha estado muy vinculada a la comunidad (…) por ejemplo quiero mencionar al doctor Quiros Weber, que tiene una historia preciosa de solidaridad y entrega a Valparaíso en su condición de médico. Muchos nombres nos sorprendieron por su vocación de servicio”.
Precisamente Arévalo, quien es socia de la corporación y participó en la investigación, aseguró que “no había una compilación de las personalidades que han inspirado los nombres de los establecimientos. Llaman especialmente la atención las mujeres que ya a principios del siglo pasado reclamaban por los derechos de las mujeres”.
Una de ella, sin duda, es Matilde Brandau. La directora del icónico establecimiento que lleva ese nombre, Alejandra Paredes, se mostró orgullosa y feliz por la denominación que les toca: “ese nombre es muy significativo, porque ella consiguió los terrenos donde está nuestro establecimiento. Fue una abogada que luchó por los derechos de la mujer, entonces la influencia que ella tuvo en la educación de miles de niñas fue fundamental”.
Ada Fuentes, del Liceo María Franck de Mac Dougall también cree positivo el nombre que lleva su comunidad: “somos de las favorecidas, porque ella al ser la fundadora, gestora y dejar los lineamentos del primer liceo femenino fiscal de Chile y Sudamérica, sí tiene relación el nombre con el proyecto educativo”.
Por su parte Felipe Ahumada director de la Escuela (Juan) Montedónico, dijo que en su espacio educativo aún no tienen tanta relación al nombre del establecimiento y es parte de quienes creen repensar el nombre: “lograr encontrar la identidad de cada comunidad, es algo que tiene que darse, para que el proyecto educativo de esa institución logre tener el impacto que se pretende”.
