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Tras una destacada participación en el II Mundial de Surf Adaptado, que se llevó a cabo entre el 8 y 11 de diciembre en La Jolla, California, Estados Unidos, la limachina Noemí Álvarez Gajardo –acompañada de sus padres– visitó al alcalde Daniel Morales Espíndola, para contarle su experiencia y agradecerle personalmente el respaldo que recibió por parte del jefe comunal.
La joven de 17 años, que el próximo año hará su Cuarto Medio en el Colegio Pasión de Jesús de Limache, participó de la categoría AS2, para competidores que no se paran sobre la tabla e integró la delegación chilena que culminó en tercer lugar de la cita planetaria, siendo superado por Brasil y Estados Unidos. Noemí, que fue la única mujer que integró el seleccionado nacional, sufrió a los nueve años el síndrome de Guillian Barré, lo cual le dejó secuelas en sus piernas y sistema circulatorio, por lo que necesita asistencia para ponerse de pie.
“Fue una experiencia muy buena, donde aprendí mucho y me atreví a hacer más cosas, debido a la adrenalina de la competencia. Igual siento que me falta mucho por aprender y quedé con muchas ganas de volver y seguir creciendo”, comentó la surfista tras la cita con el alcalde Morales.
Con respecto a sus expectativas para futuras competencias, Noemí explicó que “los seis nuevos que fuimos al Mundial íbamos sin mucha presión, pero ya para próximas oportunidades ya tenemos un techo, el cual queremos ir superando”.
La joven surfista practica el surf desde los 13 años, gracias al trabajo que realiza Adapta Chile. “Era el deporte que más me asustaba al principio, pero el que me provocaba mayor adrenalina. Aún me falta aprender más del mar, tomar las olas, ejercitar los brazos. Se me ha dificultado un poco el tema de los entrenamientos, que son el Concón y sólo puedo ir los domingos, por eso agradezco a Adapta Chile, a mis papás, que me acompañaron siempre a los entrenamientos y el apoyo del alcalde que siempre estuvo conmigo”.
Por su parte, el alcalde Morales junto con felicitar as Noemí y a sus padres, destacó el espíritu de superación de la deportista. “Aquí hay un ejemplo claro de constancia y trabajo a pesar de la adversidad que significa para Noemí las secuelas de la enfermedad que sufrió. Eso es lo que queremos fomentar en esta ciudad, que los sueños son posible, que con trabajo constante, es posible alcanzar las metas que uno se traza en la vida y que el cielo es el único límite que tenemos en los desafíos que nos entrega la vida”.
