Aplican microorganismos endémicos para restaurar el suelo del Jardín Botánico de Viña del Mar

Tras el incendio que afectó en diciembre del 2022 al Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar, profesionales del recinto, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la empresa Mavida dieron inicio a un proyecto de restauración biológica del suelo quemado en la parte alta (lote C) del pulmón verde.

Esta iniciativa, que continúa en pleno desarrollo, considerando también el daño provocado por el gran siniestro ocurrido el 2 de febrero pasado, contempla la recolección y multiplicación de microorganismos endémicos del parque, los que posteriormente son aplicados en la zona degradada por el fuego, a objeto de mejorar las condiciones del terreno y estimular el renacer de la vegetación.

“Buscábamos restaurar el suelo afectado por el incendio y también revivir ese suelo para pensar en la futura reforestación y la gestión de residuos que venían derivados de esta tragedia del 2022. Es así como, pensando cuál era la manera más sustentable, sostenible y biológicamente más amigable, llegamos a trabajar con la microbiología endémica del jardín botánico”, recordó la encargada regional del programa “Alternativas al Uso del Fuego” del Departamento de Protección contra Incendios Forestales de CONAF, Ana Díaz.

Por su parte, la socia fundadora de la empresa Mavida, Pamela Lienlaf, detalló que “recolectamos microbiología del sotobosque del mismo jardín y esa microbiología la vamos multiplicando en distintos pasos: primero hacemos un ensilaje, que es un multiplicación en seco de esos microorganismos; y ahí los microorganismos, al ser un ambiente anaeróbico (sin oxígeno), tienden a hipermultiplicarse, entonces  tenemos una gran cantidad de microorganismos de suelo. Después los llevamos a un medio líquido, y esto tiene la ventaja de que nos simplifica la aplicación. Y también, en este proyecto está considerado el uso de un biorreactor, que es un equipo que -de nuevo- multiplica por muchas veces todos estos microorganismos”.

En tanto, el director del Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar, Alejandro Peirano, hizo hincapié en que “la idea es que todo el residuo que queda después de un incendio, o el residuo que se produce naturalmente en el jardín botánico, tenga un destino mejor que el fuego. Hay muchas justificaciones que argumentan este proyecto tripartito, donde multiplicamos microvida que hay en el suelo y la volvemos a aplicar en el campo, a través de un riego localizado a plantas que están en la parte alta ”.

Cabe consignar que esta iniciativa de restauración biológica tiene la capacidad de obtener 200 mil litros por año de microorganismos endémicos desde el parque viñamarino.

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