Con cámaras-trampa distribuidas en puntos estratégicos, guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), a mediados de este mes, lograron captar nuevas imágenes de un gato colocolo (Leopardus colocolo) al interior de la Reserva Nacional Lago Peñuelas.
Se trata del segundo registro gráfico de un ejemplar de esta especie realizado dentro del entorno protegido, ubicado en la parte alta de la comuna de Valparaíso. El primero se concretó hace cuatro años, y permitió confirmar la presencia del felino nativo en el recinto.
Al respecto, el director regional de Conaf, Luis Correa, explicó que “a pesar de que el gato colocolo tiene un tamaño mayor que otros felinos, no es fácil de fotografiar o grabar debido a sus hábitos nocturnos y desplazamiento rápido. Por eso estamos muy contentos, después de tanto tiempo, de haber podido identificar nuevamente a esta especie en los bosques de la reserva”.
Asimismo, manifestó que “el monitoreo con cámaras-trampa se está efectuando, actualmente, en tres áreas silvestres protegidas de la región: el Parque Nacional La Campana, el Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández y la Reserva Nacional Lago Peñuelas. Esto, con el objetivo de evaluar la presencia y uso de hábitat de la fauna nativa, especialmente de los carnívoros. También para analizar las amenazas hacia estos objetos de conservación”.
Franjas oscuras
Por su parte, la guardaparques Ángela Troncoso detalló que el gato colocolo se encontraba “en una zona con estratos arbóreos altos, con mucho matorral; por lo tanto, con muchos ratones, muchos pequeños mamíferos, que son su principal fuente de alimentación. Tenemos cuatro fotos tomadas a las 2.25 (2) y las 3.33 (2) de la mañana, lo que habla mucho de los patrones de actividad de la especie”.
Y agregó que “nosotros constatamos que era efectivamente el gato colocolo, porque en las extremidades delanteras tiene unas franjas oscuras que son muy características de la especie”.
Animales domésticos
Finalmente, Troncoso hizo hincapié en la prohibición de ingresar con mascotas a las áreas silvestres protegidas del país. “Hay muchas enfermedades, muchos parásitos, que traen los animales domésticos. Esas son amenazas súper importantes que tenemos para la fauna nativa. Incluso el ladrido de un perro, el sonido, puede estresar a los animales nativos”, afirmó.