Parte de la historia de la donación de sangre en la región podrá ser conocida por la comunidad porteña gracias a la entrega de antiguos equipos que realizó el Centro de Sangre de Valparaíso al Patrimonio del Hospital Carlos van Buren para su preservación y difusión. Los antiguos aparatos cedidos por el CSV, que datan de la década del 70, corresponden a una centrífuga para exámenes, microcentrífuga para hematocritos, fraccionadores de componentes sanguíneos, baño María para laboratorio, entre otros.
Hasta las dependencias del Patrimonio y Biblioteca del Hospital Carlos van Buren llegó la directora del Centro de Sangre de Valparaíso, Dra. Carla Salvo, para hacer la donación de los históricos elementos, oportunidad en que la facultativa expresó que “teníamos equipos muy antiguos que se trasladaron desde el antiguo Banco de Sangre al Centro de Sangre cuando éste se creó, los teníamos en exhibición, pero no era suficiente para un alcance mayor”.
La profesional de la salud destacó la importancia de estos equipos y enfatizó que “son parte de la historia de lo que es el Centro de Sangre y de la donación de sangre, por tal motivo, queremos entregarlos al Patrimonio del Hospital Carlos van Buren para que tomen el lugar que les corresponde con la importancia que tienen”.
Por su parte, la responsable de Patrimonio y Biblioteca del Hospital Carlos van Buren, Myriam Castillo, valoró la donación y comentó que “para el museo es relevante esta donación, porque no teníamos nada del Banco de Sangre, hace 16 años atrás que ya están como Centro de Sangre en la subida Blas Cuevas, ya es un “adolescente”, entonces es notable para el hospital y para nosotros como Patrimonio, ver cómo esto ha ido creciendo y visibilizándose la importancia que tiene la historia a través de sus objetos, de sus equipos, que sin lugar a dudas, siempre han tenido como finalidad el paciente”.
Aparatos Históricos
Con respecto a los aparatos, la directora del CSV, Dra. Carla Salvo especificó que “entregamos un baño María que permitía calentar algunos reactivos y también sangre cuando iba a transfundirse, fraccionadores de sangre que permitían separar los distintos componentes sanguíneos, una centrífuga para medir exámenes de laboratorio, un micro hematocrito que se utilizaba mucho antes y un agitador de sangre para el minuto de la extracción de la donación”.
La médica añadió que “muchos de estos equipos son manuales, entonces evidentemente había que calibrarlos, tenían un funcionamiento bastante distinto, hoy en día, la tecnología que ha llegado es prácticamente toda automatizada y eso también ha cobrado relevancia, pero no podemos olvidar nuestra historia y no podemos olvidar de dónde venimos”.
En el mismo sentido, la funcionaria de Patrimonio del van Buren, Myriam Castillo, enunció que “es importante contárselo a las nuevas generaciones”.