Más de 100 personas participaron en cinco talleres simultáneos de capacitación en herramientas de diálogo, realizados por el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo con el apoyo de la Universidad de Tarapacá en Arica, el Centro de Creación (Cecrea) en La Ligua y la Universidad Alberto Hurtado en Santiago.
Los talleres, basados en la pedagogía del Manual Nansen para facilitadores de diálogo y transformación de conflictos, tienen como fin enseñar herramientas para generar cambios profundos y sostenibles, que tengan como base la confianza y la construcción de relaciones.
«El diálogo es un puente de conexión, para escuchar lo que hubo, para transformar lo que hay y lo que puede ser», explicó Alfredo Zamudio, director de la misión en Chile del Centro Nansen, de Noruega. «En estos talleres simultáneos se refuerzan capacidades locales, y vemos que hay ganas de hacer algo diferente y que sirve para reconstruir confianzas. Estamos muy agradecidos del apoyo de las universidades y centros de aprendizaje, sin ellos no sería posible”, dice Alfredo Zamudio.
“Para la Universidad Alberto Hurtado estos talleres son muy importantes porque parte del compromiso y rol público de nosotros tiene que ver con aportar en el diálogo, la resolución de conflictos y encontrar soluciones cooperativas. Al colaborar con Nansen fortalecemos ese rol público y nos vinculamos activamente con la sociedad. El trabajo que hace Nansen nos parece relevante y muy necesario por el momento que vivimos en el país”, destacó Sebastián Kaufmann, Vicerrector de Integración de la Universidad Alberto Hurtado.
Cristina Guerra, directora de Cecrea La Ligua del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, puso en valor el espacio: «Para la comunidad educativa de la comuna de la Ligua es sumamente importante poder unir criterios, perspectivas y miradas que nos permitan generar la mejor calidad de diálogos posibles en los contextos escolares y también en la educación no formal. Como Cecrea La Ligua estamos muy agradecidos del Centro Nansen. En una ciudad pequeña de treinta mil habitantes el impacto que capacitaciones como este taller tendrán resultados cercanos y visibles».
La mirada de los y las participantes
Provenientes de diversas localidades, organizaciones, instituciones y roles, los y las participantes expresaron sus impresiones de estos talleres, que se realizaron de forma simultánea en cinco sedes de Arica, La Ligua y Santiago: “Nosotros trabajamos directamente con la comunidad y con el conflicto vecinal y comunal, entonces fue súper pertinente ser parte de esta iniciativa, para actualizar aprendizajes y luego replicar lo aprendido. Me sentí súper cómoda, es un espacio muy adecuado para poner a la persona por sobre un rol o profesión, y por eso se generó esa sensación de confianza. Aprendí hartas cosas, reforcé algunas otras, pero lo fundamental y que me llevo bien incorporado tiene que ver con la voluntad de dialogar, acceder a espacios de escucha, mirar con otras perspectivas y entender que los conflictos tienen distintos puntos de vista y maneras de ser abordados”, destacó Marjorie Pino, directora de la Dirección de Prevención y Seguridad Humana de la municipalidad de Arica.
Paulette Iribarne, gerenta de la Fundación Moisés Mellado, agradeció la diversidad de participantes de la sede de Santiago: “Me sorprende, estoy muy contenta porque en mis compañeros he encontrado un mundo de personas inteligentes, cariñosas y dispuestas a compartir lo que saben, y ha sido muy enriquecedor. La metodología aplicada por Nansen ayuda a que nos pongamos todos en una situación confortable y disponible a dialogar, escucharnos y avanzar con nosotros mismos, en el interior, en una disposición hacia la paz”.
Rubén Navarro, psicólogo de la Unidad Comunal de Convivencia Escolar DAEM, de la comuna de La Ligua, comentó: “Me pareció un taller cercano y necesario, donde se intencionó la generación de un espacio seguro y de confianza. Se nos entregaron herramientas para mejorar y potenciar nuestras habilidades de diálogo, mediante una metodología participativa, donde pudimos co-construir este aprendizaje; no sólo como receptores pasivos de información. Se agradece el aporte del Centro Nansen, por entregar estos espacios y contribuir a generar una sociedad donde las relaciones estén basadas en el diálogo y el respeto”.