Un total de 6.416 personas ingresaron al Programa de Apoyo a Víctimas en la Región de Valparaíso, durante el período de enero 2021 a junio de este año, cuya atención se desplegó a través de los Centros de apoyo a víctimas (CAVD) dispuestos en Valparaíso, San Felipe y San Antonio.
Se trata de una de las regiones con mayor número de atenciones en el país y que, a través de sus tres centros, que forman parte del Programa Apoyo a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito, brindaron apoyo psicológico, social y jurídico a personas que han sido víctimas de delitos violentos, acompañando sus procesos de recuperación con una impronta basada en los derechos humanos.
Karin Silva, Coordinadora del CAVD Valparaíso señaló que “nuestro compromiso como programa es que las personas que han sido afectadas a partir de la acción delictual, puedan ser reivindicadas en sus derechos a través de una atención digna, oportuna y de calidad. Por el ello, el apoyo está dirigido a víctimas directas e indirectas de delitos violentos, tales como homicidio, robos violentos, lesiones graves y gravísimas, delitos sexuales, entre otros, brindado una atención especializada en materia victimológica”.
De acuerdo a los tipos de delitos, la mayoría de las víctimas ingresaron por robos violentos o delitos sexuales, siendo la mayor parte de ellos, un 69%, correspondiente a delitos contra mujeres. En cuanto a rangos de edad, la mayoría de las víctimas que ingresaron a los CAVD de la región tenían entre 18 y 45 años de edad. El resto correspondió principalmente a víctimas de entre 46 y 59 años.
La Coordinadora Regional de Seguridad Pública, Alejandra Romero, indicó que “en primer lugar nos estamos ocupando firmemente en la prevención del delito, con recursos, con gestión técnica y alianzas público privadas, pero también nos preocupamos de las víctimas, ya que la atención especializada que se da en estos tres centros es un gran soporte, pues se trata de una atención integral y gratuita que busca ayudar a que las víctimas de delitos, sus familias y entorno cercano puedan sobrellevar el daño causado por el delito y afrontar de mejor manera sus consecuencias”.